En su primera intervención en el recinto tras su salida del bloque oficialista, la libertaria oficialista Lourdes Arrieta pronunció un fuerte discurso en contra del veto de Javier Milei a la reforma jubilatoria, adelantando que votará a favor de mantener la fórmula aprobada en el recinto.
«Los jubilados no son para nada un pasivo fiscal. Cuando milité el año pasado, milité por las ideas bancando a nuestro presidente y creyendo que el ajuste era para la casta, pero no para los jubilados, que tienen que enfrentar un momento de crisis», sostuvo la legisladora mendocina en su discurso.
Y disparó: «Entiendo y respeto las políticas de shock, pero también entiendo a cada jubilado porque camino, viajo en el subte, me muevo sin privilegio y creo firmemente que debería hacerse factible el aumento».
El pasado 5 de junio, cuando se votó la ley de jubilaciones y pensiones en diputados, Arrieta había votado en contra de la nueva fórmula, en línea con el oficialismo. Ahora cambio su punto de vista.
Para Arrieta no se puede esperar «que los jubilados mueran esperando un aumento». «Es verdad que queremos gobernar para las próximas generaciones, pero los jubilados son experiencia y pasado», dijo.
«Tenemos que pensar que muchos jubilados que hoy están percibiendo la mínima es porque trabajaron 30 o 35 años en negro porque el patrón les sacaba los aportes. Que pensó que iban para su caja jubilatoria pero se los quedaron», agregó Arrieta. «Hay que darle libertad para que puedan llegar a fin de mes, viajar, disfrutar a sus nietos», disparó.
La diputada cerró su discurso refiriéndose al ejemplo de San Martín, de Jesucristo y de Belgrano para justificar su decisión de defender el aumento a los jubilados aprobado por la cámara. «Tengo el honor de defender a nuestros jubilados y rechazo cuando se los tienen como pasivos. Creo firmemente que se puede buscar la manera de compensar, que sean parte y no pasivos fiscales», planteó.
La diputada viene de estar en el centro del conflicto por la visita a los genocidas presos en el penal de Ezeiza primero y el posterior desmarque, en donde apuntó contra el presidente de la Cámara, Martín Menem. Eso motivó un choque con el resto de sus compañeros de bancada. Terminó renunciando mientras el bloque sesionaba para decretar su expulsión. Hoy, Arrieta formó un monobloque en la Cámara baja, titulado FE.