Orenthal James Simpson, más conocido como O.J. Simpson, la exfigura del fútbol americano que fue acusado y finalmente absuelto en la causa que investigó el asesinato de su exesposa Nicole Brown en 1994 y que estuvo preso por un robo a mano armada, coacción y secuestro, murió a los 76 años, según informó su familia en las redes sociales.
“El 10 de abril, nuestro padre sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia”, escribieron en un comunicado los allegados.
El exdeportista tenía mucha actividad en sus redes sociales durante este último tiempo. Una de las más relevantes fue el posteo que hizo a inicios de febrero de este año cuando se conoció la muerte del actor que interpretó a Apollo Creed en la saga de Rocky, Carl Weathers. En un video tomado cerca de una pileta, Simpson le envió condolencias a la familia del artista.
Después de su carrera como deportista en la National Football League (NFL), Simpson fue reconocido también como actor de cine y presentador de televisión. Sin embargo, parte de su vida quedó marcada cuando en 1994 fue acusado no solo del homicidio de su expareja Brown, sino por matar al camarero Ronald Goldman.
Finalmente, tras un proceso penal oral, denominado el “juicio del siglo”, que se llevó la atención e interés de gran parte del mundo fue absuelto en 1995. Aun así, dos años después, un tribunal civil lo declaró como responsable civil de las muertes y le obligó a pagar una indemnización de 33,5 millones de dólares.
Previo al proceso judicial por la investigación del doble homicidio, Simpson fue protagonista de una de las persecuciones policiales estadounidenses más icónicas. Mientras huía de los efectivos, lo seguían varios helicópteros de los medios.
Como si ese hecho policial no hubiera sido suficiente en la vida del astro, en septiembre de 2007 Simpson fue arrestado en Las Vegas, Nevada, acusado de numerosos delitos, como robo a mano armada, coacción y secuestro. Un año después, la Justicia lo declaró culpable y lo condenó a 33 años de prisión. El 20 de julio de 2017 se le concedió la libertad condicional tras cumplir el mínimo de su sentencia (nueve años).
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