Marcos León no fue un defensor más. Fue “el” defensor. Caudillo, referente, número 6 inamovible y líder natural dentro del campo de juego. Su nombre está escrito en letras doradas en la historia de Jorge Newbery, el club de Comodoro Rivadavia de toda su vida.
De gran porte, firmeza y carácter, fue durante años el emblema de una defensa que imponía respeto en cada cancha de la región. León fue sinónimo de entrega total por los colores del Lobo. Desde sus inicios en las divisiones inferiores hasta convertirse en ídolo absoluto, su carrera estuvo marcada por la lealtad al club.
Marcos León fue pilar de una de las defensas más recordadas en la historia de Jorge Newbery. Con la número 6 en la espalda, formó una dupla central inolvidable junto a Pedro Álvarez, un número 2 de gran solvencia y carácter. Mientras Álvarez aportaba firmeza y orden, León era el “picante” de la zaga: áspero, rápido para el cruce y con un juego aéreo imponente tanto en defensa como en ataque. Entre los dos, forjaron una muralla difícil de superar para cualquier rival que se animara a entrar al área del Lobo.
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Aquel bloque defensivo se completaba con Macías por el lateral derecho y Mujica como marcador de punta izquierdo, dos jugadores con recorrido y garra que completaban una línea de fondo sólida, aguerrida y con personalidad.
Era una defensa que imponía respeto, con hombres que dejaban todo en la cancha y encarnaban el espíritu combativo de Jorge Newbery. En ese contexto, Marcos León brillaba como líder natural, marcando el ritmo desde el fondo y siendo voz de mando para todo el equipo.
Sin embargo, su calidad fue tan evidente que incluso Huracán —el clásico rival— lo incorporó en una etapa para disputar los recordados Regionales y Nacionales, lo que habla del respeto que se ganó incluso más allá de la camiseta.
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Pero fue en Jorge Newbery donde dejó una huella imborrable. Dentro y fuera de la cancha, fue un modelo de compromiso, coraje y pasión. Quienes lo vieron jugar no dudan: Marcos León fue el mejor defensor que tuvo el club en toda su historia.
El pasado domingo 13 de abril, en un acto cargado de emoción, el club le rindió homenaje en vida: la Comisión Directiva de Jorge Newbery decidió que una de sus tribunas lleve para siempre el nombre de su gran referente. Así nació la «Platea Preferencial Marcos León», un reconocimiento justo y sentido que lo coloca entre los grandes íconos de la institución.
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“Creemos firmemente que los homenajes deben realizarse en vida, para que quienes dieron tanto por el club puedan sentir el cariño y la gratitud de su gente”, expresó el club, que ya había hecho lo mismo con el querido Antonio “Ruso” Markotic, recientemente fallecido. Ambos, leyendas vivas de mismas épocas, ahora comparten un lugar imborrable en el corazón de la institución.
La platea no es solo un sector del estadio: será desde ahora un espacio que inspira, que recuerda hazañas pasadas y alienta a los chicos de inferiores a seguir el ejemplo de Marcos.
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