Mientras siguen el minuto a minuto de una economía difícil de encarrilar, Javier Milei y su entorno minúsculo -su hermana Karina, el asesor Santiago Caputo- piensan la política con otro calendario. Ya lo dijo el propio Presidente: las legislativas 2025 serán la gran oportunidad para ampliar fuerzas en el Congreso y avanzar con las reformas pendientes.
Hay al menos dos proyectos de peso que el Gobierno decidió quitar de la agenda urgente: una reforma laboral profunda y otra previsional, más disruptiva y polémica aún. En el primer caso, los cambios que quedaron dentro de la Ley Bases fueron menores que los que contenía el mega DNU desregulador, pero que están parado en la Justicia.
En el caso de las jubilaciones, la discusión que quiere plantear Milei está muy por encima del debate actual sobre la fórmula de actualización de los haberes. «Nuestra idea es que vuelvan los privados», resume una alta fuente oficial a Clarín.
En la Rosada, en general, evitan la palabra «AFJP», sigla que quedó emparentada con el cuestionado programa menemista de privatización de las jubilaciones. También son conscientes que «hoy no es momento para plantear el debate».
El recuerdo está fresco. En el mejor momento político y económico de su gestión (fines de 2017), Mauricio Macri creyó oportuno avanzar con una reforma previsional (light) y las piedras casi se lo llevan puesto.
La pelea por el 2025
En cuanto a los planes electorales, la Libertad Avanza y el PRO coinciden en un objetivo: hoy es momento de fortalecer cada espacio, antes de encarar una eventual negociación para compartir listas.
Parten de lugares muy diferentes. La fuerza que fundó Macri tiene una estructura consolidada en todo el país, que incluye gobernadores, intendentes, legisladores y militantes dispuestos a fiscalizar.
Lo de la Libertad Avanza es mucho más precario. Recién ahora están recorriendo las provincias para tener un esqueleto con volumen nacional. A favor del oficialismo, el eslogan del cambio quedó de su lado. También, la figura más taquillera y la que ordenará la grieta el año próximo: Milei.
Las encuestas que preguntan por las legislativas del año próximo lo hacen con esa lógica. ¿Usted votará a favor o en contra de Mieli? Con ese divisor, por ahora se ve una paridad, lo que sería una gran noticia para el Gobierno. El oficialismo renueva apenas siete bancas de Diputados y ninguna del Senado.
Relación fría con el PRO
«Hoy no hay ningún contacto con fines electorales. Para llegar a eso, antes hay que construir un camino y ver si al final aparecen las coincidencias. Bueno, para que te des una idea, hoy no hay ni una bolsa de cemento para empezar a construir ese camino«, describen cerca de Macri el frío actual en la relación.
El ex presidente sufrió un destrato inesperado en Tucumán, cuando fue a firmar el Acta de Mayo con el actual mandatario. «En dos días hizo Madrid-Buenos Aires, Buenos Aires-Tucumán, Tucumán-Buenos Aires y Buenos Aires-Madrid…», enumeran en el entorno de Macri para recordar el «esfuerzo» para acompañar al libertario. Entienden que no fue correspondido.
Pese a esos hechos, en la Rosada admiten que, por afinidad ideológica, es probable que les convenga confluir en listas comunes con el PRO el año próximo. A priori, la discusión será provincia por provincia.
El Gobierno ya tiene al menos un par de nombres para ofrecer en las dos Buenos Aires. El diputado José Luis Espert en Provincia, donde termina su mandato; y el vocero Manuel Adorni en la Ciudad, que renueva senadores.
Además, como contó Clarín, está la propia Patricia Bullrich para ofrecer su cuerpo si la relación con el PRO se tensa al máximo. Del otro lado, también juegan con lo mejor que tienen (o creen tener). Varios dirigentes, como su primo y jefe de Gobierno, le sugieren a Macri que juegue él en CABA. «Hoy no piensa absolutamente ni un poco en eso», descarta un vocero del ex presidente. ¿Por ahora?
El otro nombre potente del lado violeta es el de Karina Milei. A favor, le juega la portación de apellido. Pero un funcionario que la trata diariamente lo considera «imposible». O casi: «Salvo que se lo pida Javier. Aunque dudo que pase».