El aumento del costo de los boletos urbanos e interurbanos, sumado a la falta de frecuencias y puntos de carga, complica la movilidad en la región. Los usuarios enfrentan dificultades para mantener saldo en sus tarjetas y se ven obligados a bajarse de los colectivos.
El incremento en las tarifas del transporte público en Comodoro y Rada Tilly ha generado una situación insostenible para muchos usuarios. Con un boleto urbano que cuesta $814,09 y uno interurbano a $853,62, en esta ciudad cada vez es más común ver pasajeros bajarse del colectivo por no tener suficiente saldo en sus tarjetas SUBE.
La empresa Patagonia Argentina se ha visto afectada por esta problemática, ya que un número creciente de pasajeros no puede completar sus viajes debido a la falta de fondos.
«Yo no cargo mucho porque si se me llega a romper pierdo la plata y es un lío reclamar y hacer todos los trámites. Cargo lo justo para viajar y ya no puedo prestar la tarjeta como antes», comenta Norma, empleada de comercio, en diálogo con El Patagónico.
Esta situación refleja la realidad de muchos usuarios que, debido al alto costo de los boletos, deben administrar cuidadosamente el saldo de sus tarjetas.
Además, la escasez de frecuencias tanto en la zona sur como en la norte agrava la situación. En Rada Tilly, el valor del boleto es aún mayor, alcanzando desde este lunes los $1.400. La dificultad para acceder a puntos de carga y la necesidad de abonar en efectivo tanto esta, como la compra de una nueva tarjeta que cuesta $3.000, complican aún más el panorama.
Para desbloquear una tarjeta, los usuarios deben trasladarse hasta Rada Tilly, ya que en Comodoro no existe una terminal de soporte para estos inconvenientes.
El transporte en la región se ha vuelto cada vez más caro, inaccesible y complicado para aquellos que no cuentan con vehículos particulares, dejando a muchos pasajeros en una situación de vulnerabilidad y desamparo.