El Gobierno de Javier Milei salió este domingo a repudiar como «falsa» y «fraudulenta» la denuncia de un golpe de Estado en Bolivia y celebró que «gracias a los reportes de inteligencia«, evitó plegarse al repudio internacional de los hechos que declamara el presidente boliviano Luis Arce, el pasado miércoles 26.
“Gracias a los reportes de inteligencia, el gobierno nacional mantuvo la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados. El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano”, se indicó de la postura oficial desde la cuenta de la Oficina del Presidente.
Curiosamente, la posición argentina coincidió con lo que este domingo salió a rectificar Evo Morales, rival partidario de Arce y quien pretende, otra vez, sucederlo. El expresidente, de la misma fuerza política, el MAS, habló directamente de «autogolpe» y escaló la interna del oficialismo boliviano.
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DS