El titular del Centro Empleados de Comercio estimó que el paro en Comodoro alcanzó un 80 por ciento de adhesión en su sindicato, aunque los supermercados abrieron sus puertas. Según dijo Matías Silva, fue con pocos cajeros, repositores, personal fuera de convenio y supervisores.
Matías Silva, secretario gremial del Centro Empleados de Comercio, expresó que los supermercados locales prestaron este jueves un servicio de manera reducida y con personal fuera de convenio. Consideró que el paro general alcanzó en Comodoro Rivadavia un 80 por ciento de adhesión en su sector y pidió a los trabajadores que se informen sobre la “letra chica” de cada ley.
No obstante, indicó que “tomamos conocimiento de que muchos empleados han recibido algún ‘apriete’ de parte de sus empleadores. Algunos, por miedo a perder el puesto de trabajo, se han acercado por sus propios medios a prestar servicio”.
Más adelante, señaló que algunos trabajadores “creen que haciéndote monotributista vas a tener más beneficios que estando registrado. Hay que explicarles que no es así. El sueldo se negociará directamente con el empleador sin un gremio atrás que los respalde. Tendrán que pagarse su obra social; los impuestos municipales o provinciales y demás cosas que hoy resuelven las entidades sindicales en las paritarias. Sin representación gremial y con períodos de prueba de un año vamos a tener salarios a la baja”.
Agregó asimismo que “todo el tiempo tenemos que estar haciendo docencia para que los trabajadores tomen conciencia, miren un poco la historia y acompañarlos para que entiendan la gravedad de la situación”.
En cuanto al nivel de acatamiento que tuvo el paro general en Comodoro Rivadavia, Silva expresó su satisfacción, “más allá de que hubo algunos supermercados que abrieron sus puertas con uno o dos cajeros y personal fuera de convenio”.
Afirmó a continuación que ello fue posible porque apelaron a repositores y encargados, “sin pensar que por tener los sueldos más elevados, deberán después pagar ganancias”.
Concluyó que “hay mucha desinformación y no hablamos de descreimiento, sino de desconocimiento de la información real y el trasfondo de las leyes que se quieren implementar”.
Fuente: Jornada