En diálogo con Canal E, Ayelén Fortunato, representante de Alfa Pesca y referente del sector pesquero argentino, denunció que la actividad sigue enfrentando una “crisis estructural” agravada por la exclusión de la baja de retenciones decretada por el Gobierno.
El peso de las retenciones y la competencia desleal
Fortunato remarcó que la actividad pesquera está fuertemente golpeada por las políticas fiscales vigentes. “Otra vez la pesca ha quedado fuera de esta situación”, afirmó en relación a la baja de retenciones aplicada a otros sectores exportadores.
“Somos uno de los pocos complejos exportadores que no fueron incluidos en la reducción de retenciones hasta el 31 de octubre”, expresó con tono crítico. “Cualquier alivio fiscal que podamos recibir sobre nuestros productos va a ayudar a competir en los mercados internacionales”, agregó.
Actualmente, el sector afronta retenciones de hasta un 15% según el tipo de producto. Para Fortunato, esta carga fiscal complica seriamente la competitividad frente a países que otorgan mayores beneficios a sus exportadores. “Hoy estamos muy altos en números y hay otros países que tienen beneficios mayores para el mismo mercado”, explicó.
La representante de Alfa Pesca también desmintió versiones sobre pesca ilegal dentro del territorio marítimo argentino. “En Argentina no tenés pesca ilegal”, subrayó con firmeza. “Desde 2008 tenemos certificación de captura legal y desde 2023, incluso, un sistema online que respalda toda la trazabilidad del producto”.
Competencia internacional y sostenibilidad del recurso
Fortunato alertó sobre otro desafío: la sobrepesca en aguas internacionales. “Lo que nos sucede es que están pescando en la milla 200 utilizando especies migratorias, y eso afecta indiscutiblemente a nuestro caladero”, afirmó. Aunque aclaró que esta actividad no puede considerarse pesca ilegal, sí representa una competencia desleal para los productores locales.
Consultada sobre si la pesca argentina puede crecer en volumen, fue clara: “Todas las especies están siendo pescadas en su máximo valor”, en base a los estudios biológicos que establece el Consejo Federal Pesquero. “Quizás lo único que se podría revisar es el límite de captura del abadejo”, añadió.
Además, comparó la pesca salvaje nacional con la acuicultura extranjera: “Argentina tiene un producto 100% salvaje, de lo que está en demanda mundial. Tenemos un caladero muy saludable y de primerísima calidad”. En ese sentido, destacó la necesidad de una estrategia conjunta entre el sector privado y el Estado para posicionar el producto argentino. “El langostino nuestro compite con el banamey, que tiene mucho antibiótico y químico, pero está en la misma escala de precios”, alertó.
Por último, explicó que la cadena de valor del sector está “totalmente dolarizada”, por lo que cualquier fluctuación en el tipo de cambio impacta directamente en los costos. Aun así, insistió: “No estamos exentos de las situaciones que afectan a los demás sectores exportadores«.