El escándalo que enfrenta a Wanda Nara con Mauro Icardi adquiere cada día ribetes más escandalosos, más turbios y más increíbles. Las diferencias se sustancian en la vida real y en la justicia, pero como los Tribunales tienen sus tiempos -tiempos muy largos, por cierto- la inmediatez que requieren los protagonistas y sus seguidores han hecho de la televisión y de las redes sociales un campo de batalla donde se libra una guerra paralela y tan sangrienta como las otras.
Las últimas horas fueron pródigas en novedades escabrosas y escalofriantes. Porque en el programa PuroShow se dio a conocer el estremecedor testimonio de la testigo que presentó Wanda Nara en la causa que inició contra Icardi por violencia de género, y un rato más tarde, en el mismo ciclo mañanero de Canal 13, pusieron al aire un audio en donde esa misma testigo quedaba como «líder» de los «troll digitales» que utilizaría Wanda para atacar tanto a su ex como a su actual pareja, la China Suárez.
En el medio de ese escándalo trascendió, también, un «dictamen» o una «conclusión» que sacó el «Defensor de menores» que analizó la relación que los dos padres tienen con sus hijas Isabella y Francesca. La misma cuenta que la dio a conocer en Twitter aclaró que se trata de un escrito de 11 páginas y que sólo se iba a mostrar la parte más saliente o determinante, y se dejó constancia que «cada tramo es peor que el anterior».
«En este punto, se advierte que en el discurso de las niñas, el temor y los reparos hacia la persona de la pareja de su padre fue impuesto e implantado, habiéndose comprobado que fueron las propias hermanas que pidieron en forma espontánea compartir más tiempo con la Señora Suárez, lo que me lleva a realizar el siguiente cuestionamiento: no son mis representadas las que tienen problemas en este punto, sino la persona adulta, su madre, que impuso por algún motivo espurio y mezquino esta inquina, provocándoles un daño y sufrimiento innecesarios» arranca la parte destacada.
Posteriormente, el escrito sigue siendo bastante crítico hacia la figura de Wanda Nara. «Ahora bien, me pregunto de ser sinceras sus palabras, lo que no puedo asegurar, por qué no les evitó a sus hijas una jornada tan difícil, marcada por la angustia, el dolor y el sufrimiento. Como una madre no antepone los sentimientos y bienestar de sus hijas sobre sus propios intereses»
REVELAN ESCALOFRIANTES DETALLES SOBRE LA RELACION DE WANDA NARA Y MAURO ICARDI CON SUS HIJAS
Más adelante, el dictamen especifica que «a toda esta maquinaria montada con cuadros fingidos de pánico, imposición del sentimiento de culpa a las niñas, se agregó la filmación y posterior difusión violando flagrantemente la intimidad de mis representadas, generando en los demás, observadores externos, sentimientos de «lástima y pena» hacia las pequeñas hermanas. Pero ello no le importó a la Sra Nara, hasta que ejecutó la medida con intervención de profesionales policiales especializados y allí las «entregó». ¿Era necesario todo esto».
En el final de las partes que fueron dadas a conocer, se observa «Ahora como es posible que cuando estaban con la madre no querían ver a su padre y a su pareja, con episodios falsos de pánico, y cuando estaban con su padre se las veía «muy felices, cómodas» disfrutando de tal encuentro a punto tal de pedir a su madre que no llame tanto. Mas aún, fueron las mismas niñas que pidieron encontrarse con la pareja del padre y esta última con un sentido de prudencia se fue incorporando paulatinamente respetando el tiempo de ellas». Es decir, al menos en esas partes queda mal parada Wanda.