Desde el pasado 13 de junio, no se tienen noticias de Carlos Ancapichun, un hombre de 76 años oriundo de Villa La Angostura, conocido por haber trabajado como cuidador de la casa que posee la reina Máxima de los Países Bajos en el barrio privado Cumelén.
Su desaparición ocurrió en Entre Lagos, localidad chilena del departamento de Puyehue, y desde entonces no ha habido pistas certeras sobre su paradero.
Carlos había cruzado a Chile para realizar trámites relacionados con su jubilación —necesitaba gestionar el certificado de supervivencia, exigido una vez al año— y también planeaba visitar a un hermanastro con quien mantenía una disputa por la venta de un terreno. Esa visita fue la última vez que su familia supo de él.
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Su esposa, Marisol Coronado, de 61 años, vive desde entonces con una profunda incertidumbre. “Mis días son una agonía. Solo quiero saber dónde está mi esposo. Que vuelva a casa o encontrar lo que quede de él. Necesito una respuesta”.
Marisol lo describió como un hombre querido por todos, excelente esposo, padre y abuelo. La desaparición de Carlos mantiene conmocionada a la comunidad, y aunque se han desplegado amplios operativos de búsqueda, hasta el momento no hay resultados.
Los familiares aseguran que el hombre era conocedor del terreno.
El Cordillerano
Continúa la investigación
La camioneta de Carlos fue encontrada el lunes siguiente a su desaparición, abandonada al costado de un camino y en una dirección contraria a la que supuestamente deb��a tomar. Según Marisol, hay señales claras de que el vehículo fue movido: «Creo que lo escondieron en el campo y luego lo colocaron ahí. Las marcas lo demuestran», afirmó.
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El hermanastro —junto a un sobrino y un cuñado— declaró ante la Policía que Carlos estuvo con ellos unas dos horas antes de dirigirse hacia un terreno rural, a poco más de un kilómetro de distancia, donde pensaba construir una vivienda. Pero nunca regresó. Llamativamente, ninguno de los presentes denunció la desaparición; fue la propia Policía quien, al investigar la patente del vehículo hallado, se contactó con Marisol.
Desde entonces, la búsqueda se ha intensificado. Se han realizado rastrillajes en la zona, con la participación de buzos tácticos que exploraron lagunas profundas, pero no se ha encontrado ningún rastro. Equipos de rescate de Villa La Angostura también se sumaron a la búsqueda a pedido de Marisol, quien ha cruzado en varias oportunidades la frontera con la esperanza de obtener alguna pista que la acerque a la verdad.