En el marco del 90° aniversario de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), el presidente Javier Milei recibió una distinción y trazó una fuerte postura contra el antisemitismo, al tiempo que volvió a respaldar la relación estratégica con Israel y la cooperación internacional para combatir el terrorismo.
El evento tuvo lugar en el Teatro Colón y contó con la presencia del canciller israelí, Gideon Sa’ar, y del ministro de Relaciones Exteriores argentino, Pablo Quirno.
Durante su exposición, Milei subrayó la gravedad del incremento mundial de ataques, amenazas e intimidaciones dirigidas a comunidades judías tras los hechos del 7 de octubre. Según remarcó, estos actos no guardan relación directa con la situación en Medio Oriente, sino que responden a discursos de odio que se replican en distintos países. En ese contexto, reafirmó que la Argentina mantiene una política de “tolerancia cero” hacia el antisemitismo dentro del marco normativo vigente.
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El mandatario anunció que el país asumirá en 2026 la presidencia de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), un rol que calificó como una muestra del compromiso argentino con la memoria y la educación sobre el Holocausto. A su vez, puso en valor la firma reciente de un Memorándum por la libertad y la democracia durante su visita a Israel, al que definió como un paso clave en la profundización de la relación bilateral.
A lo largo de su discurso, Milei volvió a cuestionar la política exterior de administraciones anteriores, al afirmar que “mientras otros gobiernos pactaban con Irán para encubrir atentados terroristas en suelo argentino”, su gestión opta por fortalecer la cooperación con Israel. En esa línea, adelantó que la Argentina impulsará los llamados “acuerdos de Isaac”, inspirados en los acuerdos de Abraham que promovieron acercamientos diplomáticos en Medio Oriente. Según explicó, este nuevo esquema apunta a promover la cooperación de Israel con distintos países de América Latina en ámbitos estratégicos, y posicionar a Argentina como un socio clave en ese proceso.
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El presidente describió el ataque del 7 de octubre como un punto de quiebre global y sostuvo que Israel enfrenta “un enemigo con voluntad y capacidad genocida”. Asimismo, atribuyó la liberación de los rehenes, entre ellos los argentinos David Cunio, Ariel Cunio y Eitan Horn, a la valentía de los soldados israelíes y al apoyo del ex presidente estadounidense Donald Trump. Para Milei, la recuperación de los cautivos fue “un milagro por el cual solo queda agradecer a Dios”.
En otro tramo de su exposición, el Presidente vinculó la crisis económica y moral argentina con lo que definió como un “abandono de los valores judeocristianos”, al advertir que se desdibujó la distinción entre el bien y el mal en la vida pública. Cuestionó la idea de redistribución estatal y criticó que “se esclaviza al pobre para sostener un sistema que roba el fruto del trabajo del honesto”. Según su planteo, esos desvíos contribuyeron al deterioro estructural del país.
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Milei destacó a Israel como un ejemplo de desarrollo económico basado en el esfuerzo individual y la defensa de la propiedad privada. Recordó que, pese a haber sido fundado en un territorio desértico, logró transformarse en una potencia tecnológica y agrícola en menos de un siglo. En ese sentido, argumentó que “apoyar a Israel es necesario para nuestro país, porque significa apoyar los valores que nos hicieron grandes y que en algún momento abandonamos”.
El acto culminó con el reconocimiento entregado por la DAIA al Presidente, quien reiteró que fortalecer la alianza con Israel forma parte de una estrategia más amplia orientada a consolidar vínculos diplomáticos, promover valores compartidos y enfrentar amenazas globales.