El conflicto en el sector aeronáutico tuvo un giro en las últimas horas. Los controladores aéreos, que habían anunciado un paro para este jueves 28 de agosto, resolvieron levantar la medida tras recibir una convocatoria a audiencia en la Secretaría de Trabajo, fijada para el miércoles 27.
La decisión fue tomada en el marco del Plenario de Delegados, que optó por priorizar el espacio de negociación abierto con las autoridades laborales. No obstante, desde el gremio aclararon que la suspensión es parcial y que siguen en pie las acciones previstas para el sábado 30, fecha en la que podrían registrarse demoras o interrupciones en los vuelos en todo el país.
En ese sentido, los trabajadores remarcaron que, si no se arriba a un entendimiento en la reunión con la Secretaría de Trabajo, las medidas de fuerza podrían extenderse durante septiembre. El reclamo gira en torno a mejoras salariales, condiciones laborales y cuestiones de seguridad operativa que, según los controladores, requieren una respuesta urgente.
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Foto: Jaime Olivos
La suspensión de la protesta de este jueves llevó alivio a las aerolíneas y a los miles de pasajeros que ya habían comenzado a reprogramar sus viajes por temor a cancelaciones. Sin embargo, la continuidad del plan de lucha mantiene la incertidumbre en el sector turístico y aerocomercial, particularmente en un mes de alta movilidad interna.
Desde el gremio destacaron que la convocatoria a audiencia fue un paso necesario, aunque advirtieron que se mantienen firmes en sus reclamos. “Estamos abiertos al diálogo, pero necesitamos soluciones concretas. No se trata solo de salarios, sino de garantizar que el sistema aéreo funcione de manera segura y eficiente”, remarcaron representantes de los trabajadores.
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En paralelo, las autoridades de Transporte y de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) siguen de cerca el conflicto, conscientes del impacto que cualquier interrupción puede generar en la actividad aérea. Un paro prolongado no solo afectaría a los pasajeros, sino también a la conectividad entre provincias y a la programación de vuelos internacionales.
Archivo-ADNSUR
La audiencia del miércoles 27 será clave para definir el rumbo del conflicto. Si se logra un entendimiento, las medidas del sábado podrían desactivarse y abrir paso a un nuevo esquema de negociación. Pero si las conversaciones fracasan, la tensión podría escalar y trasladarse a todo septiembre, con un impacto mayor en la operación de vuelos de cabotaje y regionales.