Pablo Juliano: Sí, tendría que tener impacto y para nosotros es bienvenido eso porque lo entendemos como una especie de refuerzo a lo que venimos planteando hace tiempo. Creo que hay inquietudes y necesidades en las provincias ante un gobierno que trabaja día a día para desarticularlas, someterlas y arrodillarlas. Este mismo cuestionamiento tenemos nosotros con el cuentito de desmantelar el Estado: vos lo desmantelás, pero las rutas, ¿quién las hace? Las escuelas, ¿cómo las llenás? Los hospitales, ¿cómo los atendés? Obviamente que la foto es más que bienvenida en la búsqueda de sumar fuerzas para defender agendas de temas que requieren de todos y por supuesto vamos a trabajar para que eso se traslade en la búsqueda de consensos para la próxima sesión. Tenemos que emplazar la media sanción del proyecto de impuestos al combustibles y ATN, que es lo que le importa a todos los gobernadores, y terminar de desenvolver nuestra agenda en defensa del Garrahan y de las universidades. Ese va a ser el núcleo duro de la próxima sesión.
Somos Buenos Aires
La mesa de definiciones de Somos Buenos Aires, donde confluyó un amplio arco político.
P.: Mencionó las rutas y recientemente la Justicia revirtió dos decretos presidenciales, sobre Vialidad y el INTI, que tenían iniciativas de distintos bloques para rechazarlos. ¿La intervención judicial les cambió la agenda?
P.J.: Uno de los temas que nos quedó pendiente de la última sesión fue la ley 26.122, que es la que regula los decretos de emergencia. Ahí siempre insistimos con una fórmula de funcionamiento dentro del Congreso, que combina sensibilidad social con calidad institucional, porque es imposible que la Argentina se ponga de pie a fuerza de decretos, y menos los que desmantelan las partes del Estado que sí funcionan bien, como es el caso del INTI. Bienvenido el fallo de la Justicia, pero creo que no altera para nada nuestro GPS en insistir con que el Congreso refrende definitivamente la anulación de esos decretos. Lo que estamos diciendo a los otros bloques es que todos pongan sus necesidades arriba de la mesa y después digan quiénes pueden acompañar qué cosas. Nuestro bloque en particular, con el tema de Vialidad, tiene también un compromiso porque es uno de los temas centrales en donde decimos que el modelo de Milei no es efectivo y encarna otra nueva defraudación, porque te está arruinando áreas estratégicas del Gobierno que las tendrías que tornar eficientes. Se pierde esa oportunidad.
P.: Están a la expectativa del veto de jubilaciones y la emergencia a discapacidad. Si ustedes hacen la cuenta de que el Gobierno llega al tercio para blindar el veto, ¿van a tratar el tema igual para exponer a los que votan a favor del veto o prefieren no tener una derrota?
P.J.: Lo que hemos resuelto es que se construya esta sesión, porque hay tantos temas adeudados de decretos, emplazamientos y expedientes que ya cumplieron su recorrido, que naturalmente seguir agregando temas no sería estratégico. Si se confirma el veto, nosotros vamos a seguir trabajando para insistir, por supuesto, y tendrá que ser el Gobierno el que termine de dar la cara definitivamente o asumir un rostro inhumano, que pareciera que les causa gracia. En la emergencia en discapacidad, principalmente. Me parece muy jodido entrar en una campaña donde un Gobierno quiera jugar al deporte de ser el más malo. Me parece que lo termina alejando del futuro. En ningún momento y en ninguno de los bloques está mediando una búsqueda de ruptura del equilibrio fiscal. Estamos diciendo que el Gobierno baje un cambio, porque estamos ante situaciones que rozan lo inhumano. Tendrá que pagar el costo el Gobierno eventualmente, pero no creo que esos temas entren de lleno en la próxima sesión.
P.: Menciona la agenda amplia y aparecen una sucesión de decretos, en la semana previa a que se le vencieran las facultades delegadas. ¿Cómo piensan que es más efectivo coordinar una agenda única entre bloques que tiene distintas identidades?
P.J.: Eso es cierto y es la parte más complicada: armonizar todas esas prioridades es el alma de que una sesión funcione o no. Creo que lo que nos termina ayudando es la mala praxis del Gobierno, porque hizo un abuso, sacando decretos faltando horas prácticamente para que vencieran las facultades delegadas. Pensamos que es clave que el Congreso tenga un rol central con mucha tolerancia, paciencia y bajando también las ansias de imponer tu agenda partidaria. La manera que vos tenés para resolver esto es cuando vos sabés que estás tocando temas que son transversales. El Garrahan no es ni kirchnerista, ni radical, ni libertario, así que estás defendiendo un valor que está exhibido. Yo no voy a poner en la misma altura el Instituto Perón al Garrahan. Si Unión por la Patria no lo quiere entender, que convoque a una sesión aparte, que se sienten y que defiendan ellos el Instituto Perón. Para mí no es lo mismo y no ocupa ningún grado de prioridades en comparación con el desmantelamiento del sistema científico y universitario.
Pablo Juliano Facundo Manes Diputados UCR
Pablo Juliano junto con Facundo Manes, referencias de Democracia para Siempre.
Mariano Fuchila
P.: Se generó una especie de fluidez entre estos bloques con una agenda paralela al Gobierno y también se habla mucho de cuánto puede cambiar la incidencia del bloque libertario a partir de diciembre, ¿siente que existe ahora una ventana de oportunidades?
P.J.: Creo que el Gobierno lo único que puede llegar a hacer es blanquear las bancas a través de esta elección. El paraoficialismo pasa a ser fagocitado por los libertarios y fin de la conversación. Todos los que ya están jugando para el Gobierno formarán parte del bloque libertario y para mí está bien lo que hace el Gobierno: si vos jugás en este esquema, son estas las reglas. En el medio, se lleva puesto la identidad de un partido nuevo y moderno como había sido el PRO, que quedó devorado y sin margen, por más que queden algunas expresiones individuales. También se acaba de confirmar el pase de los “radicales con peluca” a un interbloque. Esta elección va a blanquear las bancas que ya estaban jugando con el Gobierno, o sea que no va a haber un incremento en términos numéricos.
P.: Entonces, ¿al 2025 lo puede observar como un punto de partida de la fluidez de agendas distintas al Ejecutivo desde el Congreso?
P.J.: Más que fluidez de agendas, lo que veo es que están empezando a tomar forma las identidades que van a competir en el 2027. Estoy convencido de que el kirchnerismo no va a poder suceder a La Libertad Avanza, entonces lo atractivo va a venir dado por los otros dos tercios, de cómo interactúe y cómo se termine de esbozar una alternativa a esto. Evidentemente Milei en el 2023 llegó para marcar el tiempo de la disrupción y el tiempo de las conversaciones más claras. Si vos estás queriendo sopesar una identidad política partidaria tradicional estás muerto. Entonces esta elección va a impactar en cómo vos tengas la capacidad de armar una alternativa en el 2027, sin perder tiempo. Probablemente haya nuevos bloques que empiecen a descansar en agendas y en temas concretos: cómo defender las provincias, cómo defender los jubilados, cómo defender esa Argentina que está siendo víctima y que acompañó en parte a este Gobierno. Más allá del comportamiento parlamentario y de cómo nosotros podamos tejer una agenda distinta que un poco insinúe por dónde aparecería la solución a la oportunidad que está perdiendo Milei, hay que dejar de ser tan violento de manera innecesaria. Hay que empezar a sanar.
P.: Aún así, ¿detecta en este encuentro de agendas, en donde a veces se acompañan con el Frente Izquierda o Unión por la Patria, lo que a veces se califica como política de Estado?
P.J.: Sí, porque también este gobierno se metió con políticas públicas que formaban parte de un núcleo de consenso. Cuando se toca eso, me parece que te terminás planteando la política pública desde otro nivel.
P.: Allí también se encuentran con López Murphy, no pasa exclusivamente por la izquierda.
P.J.: Exactamente. Va más allá de eso porque se corrieron muchos límites Hubo una renegociación con el FMI a través de un DNU, lo cual era completamente impensado hace dos años atrás. ¿Cómo no te vas a terminar reuniendo? ¿O cómo no te reúne una mirada estratégica con respecto al juicio de YPF? Los temas te terminan colocando. Creo que quedó atrás esta cuestión de que dependiendo de con quién te sentaras hacías un juego. Fue un año muy difícil el 2024 hasta que instalamos la idea de que no importa de dónde venga el tema, cuando nos tuvimos que sentar lo hicimos. Si vos lográs construir una mayoría que gire alrededor de los temas, estás entrando en una sintonía más fina con lo que le pasa a diario a nuestra gente. Ya cuando viene cada uno con la cantinela discursiva partidizada es porque no pudo sanar adentro de su propia fuerza la forma en que ese tema te describe como político. La izquierda para adentro de la izquierda que haga todo el cuento que quiera… ahora, yo la veo volcada sin condiciones a construir quorum con nosotros. Y eso para mí está bueno que pase, porque uno no somete al otro.
La Unión Cívica Radical en el Congreso
P.: Habló de un 2024 difícil y llevan casi un año como bloque de Democracia para Siempre. ¿Qué balance hace de esta forma de construir con mayor grado de autonomía?
P.J.: Fue con mayor grado de autonomía y desprejuiciados, saliendo de estos secuestros mentales que tenían algunos dirigentes por decir que los votos se fueron para acá o para allá, sin querer representar y sin tocar temas. Dejamos atrás un bloque que quedó silenciado, desfigurado y ultrajado; por el contrario nosotros emprendimos la marcha de romper estos tabúes que hablábamos recién y dejar de lado esta cuestión de si lo propone un sector o el otro. Tenemos toda una agenda que pudimos desplegar con un grado de eficiencia que nos tiene que hacer sentir orgullosos, más allá de las diferencias, de haber afrontado el desafío que significaba irse de un bloque histórico.
P.: Enumera esos valores y muchas veces se habla de la necesidad de volver a acercar el radicalismo a las juventudes o al territorio. ¿Siente que ustedes tienen mayor pregnancia que el bloque tradicional, que sigue siendo más numeroso?
P.J.: En el bloque tradicional apareció un sentimiento de orgullo y de necedad. Nosotros planteábamos salir del prejuicio y construir una sesión, defender un tema sin importar de quién viene, y te decían: “No, pero nos van a matar en mi provincia”. Quieren ser líderes y dirigentes detrás del suceso. Entonces, está bien que Milei los desprecie y los arrastre indignamente a un armado político en donde no los reconozcan. No sé para qué quieren hacer política ni qué están defendiendo. Hay un montón de dirigentes que quedaron en los bloques históricos y tradicionales que defienden más la situación procesal de Cristina Fernández de Kirchner o un sello moribundo que no quiere decir nada. Te sentás en la mesa y les preguntás: “¿Qué rol tiene que tener el Estado? ¿Qué rol tiene que tener el mercado?”. No te lo definen. Después les preguntás: “¿A quién representás?”. A nadie, si Milei le robó los votos. No sé qué hacen acá, que renuncien al Congreso. En ese aspecto fue fácil y vemos que algunos de esos amigos del bloque histórico empezaron a darse cuenta de lo que nosotros genuinamente planteábamos. Hay un Congreso único en comparación con los últimos 40 años: se ha convertido en un hospital general de agudos porque no paran de haber urgencias. Hubo dos leyes Bases el primer mes y tocamos temas que iban desde el Código Civil hasta el maltrato animal. Fue distópico este Congreso. Es un momento único porque vos estás en un modelo que puede tener votos pero no tiene futuro. Sobre esa claridad que se tenía, había referentes que no querían dirigir. O sea, no querían cumplir su misión. Fueron colaboracionistas, incluso en detrimento de lo que representaban y de su historia. No creo que nuestra posición nos acerque a una mirada histórica del rol del radicalismo, pero sí nos compromete con el futuro, que tiene que ser con mucha tolerancia y juntando todos los cachitos de la Argentina en los que se rompió.
Germán Martínez UCR Pablo Juliano
Germán Martínez, referente del peronismo en Diputados, en una comisión junto a Juliano.
Mariano Fuchila
Elecciones en provincia de Buenos Aires
P.: Sobrellevaron su interna con un perfil más bajo para definir las listas en la provincia de Buenos Aires, ¿incidió la renovación en el Congreso a la hora de tener mayor representación en Somos Buenos Aires?
P.J.: No lo había pensado de esa manera, pero es cierto que había un sector tradicional en fuga, porque a comienzo del año intentaron llevar al radicalismo a La Libertad Avanza y después quedaron reculando y sin sustento. En parte ellos apuestan a que “Somos” fracase porque quieren consumir de la falsa polarización entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo, pensando que ahí tienen más para ganar. Para mí, ahí es donde más indignos se vuelven y donde más se licúan las identidades políticas. Muchos de esos dirigentes, ¿por qué tendrían que protagonizar una alternativa política que sí cree en el futuro y que pone de relieve que los territorios y las experiencias que han tenido éxito? “Somos” está valorando el rol de los intendentes que están parando la avanzada que tiene el Gobierno nacional sobre el modelo del Estado. Vos ajustás el modelo del Estado nacional, pero le estás tirando el fardo a un montón de intendentes que siguen atendiendo en las guardias pediátricas municipales, son lo que te sostienen la asistencia a las pymes para que no cierren. Así es muy fácil desmantelar el Estado nacional, porque otros estados se hacen cargo. El modelo de La Libertad Avanza va al fracaso porque no se metió con los temas picantes: no hay reforma fiscal, tributaria, laboral, ni una profunda y sensata en lo previsional. Si no lo hacemos, no salimos del atraso. A cielo abierto, el mileísmo optó por cualquier salvoconducto. Por eso la propuesta de “Somos” está puesta en una oferta política para que la gente pueda acompañar a alguien que conoce. Para nosotros lo mejor que puede pasar es que un intendente de un pueblo sea candidato a senador provincial porque va a recorrer cada rincón de la sección que le corresponda contándole lo que está haciendo.
P.: Por supuesto que tienen expectativas acerca de que el electorado busque el centro. ¿En dónde proyectaría una elección exitosa?
P.J.: Nosotros no somos una fuerza de centro. Eso es un diagnóstico errático de la necesidad de convalidar la idea de que hay dos extremos, cosa que no es cierto porque -para nosotros- tanto La Libertad Avanza como el kirchnerismo se encuentran en un punto equidistante en el que están enamorados de sí mismos y quieren transformar la Argentina en una minoría intensa. La Argentina nunca salió a flote así: cuando la Argentina fue grande, no fue sometida por minorías. Somos la verdadera alternativa a La Libertad Avanza; el kirchnerismo no va a poder serlo porque arrastra años de malos gobiernos y eso lo imposibilita a ser una posibilidad genuina. Están muchos más interesados en la situación procesal de Cristina Fernández de Kirchner y en la telenovela de sus tensiones de poder, que es lo que la gente quiso dejar atrás en el 2023 y ellos nos están codificando ese mensaje. La provincia se va a pintar de nuestros colores y empieza el camino al 2027, con mucha humildad y responsabilidad.