La explosión y éxito abrumador de la nadadora china Yu Zidi, de tan solo 12 años, en los Mundiales de Singapur, generó un fuerte debate mediático. ¿Es seguro y sano desde lo físico y mental que una preadolescente compita en grandes escenarios, en el alto rendimiento?
La doctora Patricia Núñez de Aysa, médica rehabilitadora perteneciente a la clínica Ripoll y De Prado, en Madrid, alerta de que su caso, como el de otros deportistas, este tipo de apariciones tan tempranas puede conllevar cada vez más riesgos.
«Se trata de competir ante millones de ojos, miles de personas con expectativas muy grandes y la gran mayoría de las veces sin una red emocional muy sólida. Esta red emocional, que incluso la mayoría de deportistas carece, porque no es fácil construirla, en una edad tan temprana es más probable que falte. Toda esta presión puede generar ansiedad, alteraciones del sueño, trastornos de la alimentación o, incluso, al rechazo del deporte si no se gestiona bien», explicó a EFE la doctora.
La cada vez mayor exposición de deportistas tremendamente jóvenes que aparecen compitiendo en la excelencia tiende a eclipsar el crecimiento normal de un atleta que no quema las fases tan rápido. Asimismo, enfoca las miradas en las expectativas, en un momento en el que los y las deportistas tienen el riesgo de abandonar la coherencia con unos resultados propios a su crecimiento, deportivo y humano.
El alto rendimiento en la infancia es posible, pero tiene que ir de la mano de la salud física y salud mental. Es indispensable para que el deportista pueda ir desarrollándose de manera saludable. Es una visión a largo plazo. No solo queremos campeonas ahora, queremos mujeres sanas, íntegras y felices y capaces dentro de diez años, afirmó la médica, que muestra preocupación por el trato hacia estos deportistas de cara al resto de su carrera.
«El estrés y la ansiedad son los factores de riesgo más comunes en estos casos. Un cerebro que todavía está en crecimiento es altamente sensible», según indica la doctora.
«Si no se acompaña de un apoyo educativo y psicológico muy claro, puede ir dejando cicatrices en los deportistas. Es muy importante que niñas y niños de la edad de Yu Zidi tengan un entorno que les proteja y les cuide y les recuerde que antes de deportistas son personas que además están en crecimiento», consideró Núñez.
«Existe, asimismo, el miedo a la lesión física. El estrés mental puede ir acompañado, por la carga de trabajo y el sobreúso de la musculatura, de un estrés muscular ante un sistema muscular y esquelético que todavía no se ha desarrollado del todo, por lo que se insta a tener una regulación muy clara de la carga de entrenamientos», afirmó la médica.
Yu Zidi en Singapur (Reuters).
La psicóloga Ana Merayo, de The Rize, advierte: “Ella está construyendo su autoestima y su visión del mundo. Lo que está viviendo no encaja con el momento evolutivo y socio-afectivo. Para ella, el juego no es un espacio de aprendizaje, que es lo que debería ser a su edad. Para ella es una profesión. Su vida debe ser equilibrada, debe tener relaciones horizontales y ser una niña. Los invito a la reflexión, tenemos una responsabilidad».
La edad mínima para los Mundiales y Juegos Olímpicos es 14 años, pero se permite la participación de menores con marcas “A” o “B”. Yu cumplió con creces estas marcas, pero su caso ha llevado a World Aquatics a reconsiderar esta norma. Brent Nowicki, director ejecutivo, afirmó: “Nunca imaginamos que una niña de 12 años nadaría así. Echaremos un vistazo y veremos si necesitamos dar más pasos”
Yu Zidi en acción (Reuters).
Sus registros
Yu Zidi, con sólo 12 años, igualó el récord de precocidad de la danesa Inge Sorensen, tras colgarse este jueves la medalla de bronce en el relevo de 4×200 libre en los Mundiales de Singapur. Sorensen, con la misma edad, subió al podio en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.
Antes, la nadadora china no pudo colgarse otra medalla por centésimas en la modalidad de 200 metros mariposa, quedando cuarta a las puertas de lograr lo que parecía impensable: que una niña se hiciera con el bronce batiendo aún más los récords de precocidad.
Según documentos de la Oficina Provincial de Deportes de Hebei, Yu nada 15 kilómetros diarios y pasa dos horas al día en una cámara de hipoxia, que simula 2,000 metros de altitud. Su hemoglobina (16.2 g/dL) y niveles de lactato (14.3 mmol/L) son superiores a los de mujeres adultas, con una recuperación un 40% más rápida.
China ya tienen un antecedente de medalla precoz en los Juegos Olímpicos: Fu Mingxia, con 13 años y 345 días ganó de oro en clavados (plataforma de 10 metros), en Barcelona 1992.
Mirá también
Visitas de lujo y nuevo amistoso: así sigue la preparación de la Selección Argentina de básquet en Madrid
Mirá también