Facundo Pacheco, uno de los tres detenidos por un violento episodio ocurrido el 26 de julio en Comodoro, intentó desligar a los otros imputados del hecho y negó que se haya tratado de un intento de robo. En cambio, planteó una versión que podría darle un giro a la investigación.
A diferencia de lo que había indicado la víctima, que denunció haber sido atacado por tres personas que lo golpearon y lo asaltaron cuando él estaba acompañado de su hijo de 11 años, Pacheco declaró ante el juez penal Martín Cosmaro que él fue quien agredió al hombre, pero no por un intento de robo, sino como parte de una pelea personal.
Según su testimonio, la víctima “lo invitó a pelear” y aseguró que ambos “se pelean desde siempre”.
La audiencia tuvo lugar en el marco de una causa que investiga un robo agravado, en el que un hombre que caminaba junto a su hijo de 11 años frente al edificio del Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea de Kilómetro 3 fue interceptado por tres personas —identificadas como Pacheco, Leandro Gabriel Vera y Thiago Martín Bayón— quienes, según la fiscalía, lo atacaron físicamente y le robaron una campera del Club Boca Juniors.
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Como consecuencia del hecho, la víctima sufrió múltiples lesiones: hematomas en los labios y en la cabeza, escoriaciones en la espalda, edema
La audiencia de control de detención realizada en el marco de la investigación por el ataque a golpes contra un hombre en el Km 3.
en la nariz y un hematoma en el brazo derecho.
El hecho fue denunciado minutos después ante la Comisaría Mosconi, y gracias a la descripción de las vestimentas, un patrullero localizó a tres personas con esas características en inmediaciones del supermercado Cooperativa Obrera, a 400 metros del lugar del ataque.
Uno de los detenidos —Bayón— llevaba en su mochila una prenda azul y amarilla con manchas de sangre. Por ello, los tres fueron aprehendidos y se los imputó provisoriamente por “robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda”, en calidad de coautores.
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Durante la audiencia, la fiscal Ailén Picollo solicitó la prisión preventiva para los imputados por dos meses, invocando la gravedad del delito y los riesgos de fuga o entorpecimiento. La defensa, ejercida por Juliana Fuentes, se opuso al planteo.
Finalmente, el juez Cosmaro declaró legal la detención, formalizó la apertura de la investigación, pero resolvió otorgar la libertad a los acusados bajo la condición de que se presenten cada vez que sean citados. La causa sigue su curso.