La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se prepara para mantener las tasas de interés sin modificaciones este miércoles, apenas seis días después de que el presidente Donald Trump volviera a exigir recortes en la política monetaria que define el banco central norteamericano.
La sugerencia de Trump de bajar la tasa desde el rango actual de 4,25%-4,50% hasta apenas 1% no se condice con la realidad de la economía estadounidense, que está lejos de la meta de inflación del 2% anual y un mercado de trabajo que todavía no muestra signos claros de contracción.
Sin expectativas de cambio
En uno de sus últimos informes, Porffolio Personal Inversores (PPI) comentó que «el mercado espera que este miércoles mantenga el rango de tasas sin cambios». Y ahondaron: «La probabilidad implícita de dos recortes en lo que resta del año cayó de 91% a fines de junio a 61% actual. Ahora el mercado le asigna 62% de chances a que el primer recorte llegue recién en la reunión de septiembre».
De manera similar, en Outlier se destacó que «los futuros de tasas están alineados» con las expectativas de la Fed tanto para 2025, como para 2026. «Esto es, esperan dos recortes de 25 puntos en lo que resta del presente (en septiembre y en diciembre) y dos recortes más de 25 puntos durante todo 2026», detallaron.
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Imagen creada con inteligencia artificial
A qué le prestará atención el mercado
«Toda la atención va a estar puesta en el ‘wording'», plantearon, es decir, en la conferencia de prensa posterior, «ya que el mercado descuenta que no va a haber cambios en la tasa» y agregaron que «también va a ser importante observar si hay alguna disidencia dentro del organismo o siguen todos alineados, dada la fuerte y sostenida presión de Trump sobre Powell».
Sobre ese punto, el foco estará puesto sobre dos funcionarios nombrados por Trump en la Junta de Gobernadores de la Fed y que apoyan un leve recorte de la tasa: el gobernador Christopher Waller y la vicepresidenta de Supervisión Michelle Bowman.
Las presiones de Trump a Powell
Trump, quien hizo campaña prometiendo bajar los costos de vida, insistió en reiteradas ocasiones que la inflación no es un riesgo y criticó sistemáticamente a Powell por, en su visión, forzar al gobierno a pagar más para financiar sus déficits y elevar el costo de las tasas hipotecarias.
La campaña de presión pareció culminar la semana pasada cuando las críticas de la administración a un proyecto de renovación del edificio de la Fed llevaron al presidente norteamericano a visitar el sitio para verlo por sí mismo.
La visita pareció aminorar los riesgos de que Trump despida a Powell por el proyecto, aunque las demandas de recortes de tasas se mantienen. Mientras, Powell dijo que tiene la intención de servir como jefe de la Fed hasta que expire su mandato en mayo de 2026.