(Pasta de Campeón – ADNSUR) – El pasado jueves 24 de julio quedará marcado como una fecha inolvidable para el deporte comodorense. En Barcelona, España, Benjamín Flores, un niño de apenas 12 años, se coronó campeón mundial de Taekwon-Do en la modalidad de lucha, en un torneo que reunió a jóvenes talentos de todo el planeta. Un logro gigante para un pequeño guerrero que hace tiempo viene soñando en grande.
Pero para llegar a lo más alto, Benjamín tuvo que atravesar un camino lleno de esfuerzo, constancia y sacrificios. Su historia no es solo la de un campeón mundial, sino también la de un chico humilde que nunca dejó de creer en sí mismo, ni siquiera cuando el viaje al Mundial parecía imposible.
Un sueño que empezó espiando una clase
Benjamín tenía apenas 6 años cuando algo lo atrapó para siempre. Mientras practicaba jiu-jitsu, se escapaba cada tanto para espiar las clases de Taekwon-Do que se daban al lado. Hasta que un día, llegó a su casa y le dijo a su mamá que quería cambiar. Así comenzó una historia que no tendría pausas.
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“Desde ahí no dejé nunca de entrenar”, cuenta Benjamín, con esa mezcla de inocencia y determinación que lo caracteriza. De la mano de su sabonim Hugo Reinoso, quien hoy también es campeón mundial, el pequeño comenzó a construir un camino sólido, paso a paso, torneo tras torneo.
En 2020, en plena pandemia, cuando muchos se detenían, él siguió. En 2021 ya se destacaba en torneos regionales y provinciales: fue campeón regional en formas y lucha en Comodoro, y ese mismo año ganó la Copa Toba en Puerto Deseado. En 2022, con solo 9 años, viajó a Salta y logró el título de campeón sudamericano en lucha y un bronce en formas.
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Entre rifas, entrenamientos y un objetivo claro
Con cada competencia, Benjamín fue sumando experiencia, medallas y sueños. Pero para llegar al Mundial 2025 en España, la familia tuvo que movilizarse. No era fácil costear un viaje de esa magnitud. Entonces, vendieron rifas, organizaron campañas solidarias y tocaron puertas para conseguir el dinero necesario.
Él mismo grabó un video pidiendo colaboración: “Ayúdenme a cumplir mi sueño”, decía con una sonrisa que conmovió a toda la ciudad.
Mientras tanto, se preparaba con una rutina exigente: musculación de lunes a viernes y clases intensivas con su entrenador todos los días. El chico que cursa sus estudios en la Escuela Provincial 707 Ciudad de Yapeyú se levantaba y se acostaba pensando en el Mundial.
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“El taekwon-do es todo para mí. Con él obtuve mi mejor versión como deportista”, asegura Benja, con una madurez que sorprende.
De la ilusión al podio del mundo
Y lo logró. Barcelona fue testigo del talento y la determinación de Benjamín, que subió al tatami con el corazón en la mano y volvió a bajar con la medalla dorada colgada al pecho. Se consagró campeón mundial en lucha, dejando atrás rivales de distintos continentes, y demostrando que los sueños, con trabajo y fe, pueden hacerse realidad.
“Estoy muy feliz, entrené mucho para esto. Gracias a todos los que me ayudaron a llegar”, dijo emocionado tras recibir la medalla, sin olvidarse de nadie.
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El cariño de Comodoro
A fines de 2023, Pasta de Campeón le entregó el premio del público al deportista más querido del año. Fue la gente quien votó en masa para reconocerlo, y él se mostró tan sorprendido como agradecido: “Ese premio significó mucho para mí porque no me lo esperaba. Ahí me di cuenta de la cantidad de personas que me apoyan”.
Hoy, Benjamín Flores no es solo un campeón mundial. Es un ejemplo de perseverancia, humildad y pasión. Representa el futuro del deporte comodorense, y también un presente que ya brilla con fuerza.
Desde aquella primera clase que espiaba de reojo, hasta lo más alto del mundo, pasaron apenas seis años. Pero lo que nunca cambió fue su convicción.
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Benjamín soñó, entrenó, luchó… y ganó.