La feroz crueldad con la que actúa el bajo mundo del tráfico de drogas quedó expuesta en el último caso que conmueve a Trelew, del que fue víctima un hombre que fue reducido, torturado, regado con combustible, baleado y arrojado en un canal de riego.
Sin embargo la víctima, tal como lo informó el pasado fin de semana el servicio informativo de Radio Chubut, logró zafar de la situación y dar aviso a la policía, además de identificar a los autores que fueron detenidos.
Se trata de 3 masculinos y una mujer, esposa de uno de los homicidas, que presenció la escena de violencia que se ejecutó en la parte alta del edificio Inducom.
Ayer la jueza dictó la prisión preventiva por seis meses de los cuatro imputados por intento de homicidio y privación de la libertad, entre principales cargos.
Así lo detalló, en diálogo con Radio Chubut, la fiscal que investiga el caso, Julieta Gamarra.
La funcionaria del ministerio público aclaró que a la justicia local le compete el delito violento aunque admitió que como telón de fondo está el tema del narcotráfico del que en otro momento se verá si interviene o lo requiere el fuero federal.
El tema es que la víctima y los victimarios eran conocidos por vínculos con el narcotráfico, a punto tal que el motivo de la tortura a la que fue sometido el primero -que incluyó el contacto de la hoja de cuchillo incandescente sobre un ojo- era procurando información sobre dónde estaba la droga.
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