Dos decisiones que Marcelo Gallardo tomó este viernes refrendaron que la reoxigenación de River a la que el deté aludió hace quince días sigue su curso. Una fue la conformación de la primera lista post Mundial de Clubes, que no tuvo a varios históricos -como había adelantado Olé- pero sí a cuatro juveniles y a Maximiliano Salas. La otra: la inclusión de dos de esos chicos en el trabajo táctico previo a Platense.
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La convocatoria que Gallardo anunció formalmente en plena hora pico de las aplicaciones de comidas incluyó a varias de las nuevas caras de este grupo que ha comenzado a moldear. Los dos repescados en este mercado (Sebastián Boselli y Lautaro Rivero) y tres canteranos a los que promovió definitivamente en la primera semana de trabajos: Santiago Lencina (86 minutos en Primera, dos partidos), Bautista Dadín (viene de firmar su primer contrato con una cláusula de € 100 millones) y Juan Cruz Meza (viene siendo figura en Reserva, tiene 17 años y puso el gancho en los últimos días). A ellos se les sumó Ian Subiabre, quien ya venía teniendo rodaje (metió un gol en el torneo pasado ante Rosario Central), y sólo faltó Giorgio Costantini, ausente por lesión pero dentro de las alternativas que Gallardo tiene a diposición en Primera.
Bautista Dadín viene de firmar su primer contrato con una cláusula de € 100 millones. Foto: Prensa River
Esta determinación, a la vez, estuvo acumpañada de la presencia de Subiabre y Lencina en el trabajo de fútbol que el Muñeco lideró en Ezeiza. Aunque se trató de un primer testeo y lejos está de ser una confirmación, la prueba fue una señal en sí misma. El DT testeó a dos jóvenes en posiciones (los extremos, el interior derecho) en los que River necesita recomponer variantes, aun cuando la presencia de Salas en la nómina podría relegar al banco a alguno de los juveniles.
Ahora bien: el mero reparto de pecheras tuvo un peso simbólico. Y es que puede leerse como una señal: quienes vienen desde abajo compiten a la altura de aquellos ilustres que son considerados por MG. Un entrenador que, por caso, prescindirá para el debut ante Platense de Rodrigo Aliendro (cerca de Vélez, lo coquetearon Estudiantes y Central), de Santiago Simón (perdió terreno; es seguido por Girona, Elche y Ajax), de Matías Rojas (un refuerzo estival que no funcionó y está cerca de salir: que Salas lleve la #7 es señal clara de ello) y también de dos canteranos cuya repatriación lejos estuvo de ser exitosa.
El festejo de Subiabre en su primer gol en Primera.
Santiago Lencina, en su debut como titular en River (Prensa River).
Porque Matías Kranevitter y Manuel Lanzini de aquí a fin de año dejarán River, poniéndole así un punto final a regresos que no lograron colmar las expectativas que habían generado. Y si bien Gallardo le había dado la bendición a Manu al aceptar su renovación de contrato a fin de año, los pocos minutos que tuvo el #10 (¿le dejará la camiseta a Quintero?) y el irregular rendimiento que mostró lo terminaron relegando a una lista de prescindibles que ya sumó su primer éxodo: el de Leandro González Pirez. El recambio avanza.