“Más que un Kicks más grande, se podría decir que es un X-Trail más chico”. Palabras más, palabras menos, es la premisa que desde la marca se empeñan en pregonar respecto de todo lo que implica este cambio generacional. El modelo que en 2016 salió a escena para pelear en el segmento de los SUV compactos ahora pega un salto cualitativo y cuantitativo, tanto por calidad general como por dotación tecnológica y mejoras mecánicas, todo contenido en una silueta que poco y nada tiene que ver con la del Kicks conocido ahora y que, dicho sea de paso, seguirá activo tanto en Brasil como en Argentina bajo la denominación “Play” ocupando el escalón de entrada de gama. Así, la compañía duplica la oferta dentro del universo de los Sport Utility.
Con casi una década en el mercado de la región, el Kicks ya había dejado en claro a poco de su lanzamiento que tenía enormes condiciones para convertirse en un éxito, aspiración que no tardó en corroborar con cifras que viajaron no sólo al ritmo pretendido por la compañía sino, incluso, bastante más allá.
Para tener una idea de su fuerte presencia en Brasil, basta con mencionar que en 2024 estuvo entre los primeros diez modelos más vendidos del mercado total. Esta presentación, de la cual LA NACION formó parte, fue la antesala de su llegada oficial a los concesionarios brasileños el próximo 3 de julio, algo que en la Argentina ocurrirá en el mes de noviembre.
Difícilmente al verlo por primera vez alguien asocie a esta silueta con ese nombre porque la evolución estilística es notable. Es lista y llanamente otro vehículo. Por empezar, la trompa, con una parrilla mucho más grande y en una posición más vertical, con barras horizontales en abundante piano black y ópticas angostas y rectas (de Led), integradas a esa voluminosa grilla.
De acuerdo a la versión, las llantas pueden ser de 17” o de 19” con terminación bitono para la versión Platinum, la más completa de las cuatro variantes que se venderán en Brasil (junto a Sense, Advance y Exclusive) y la única en tener también la carrocería bitono.
Atrás muestra un corte más recto, por el dibujo de la zona de chapa del portón que –como la parrilla- está dispuesto de manera vertical y enmarcado por generosas ópticas. Más americanizado en su estilo, este modelo que difícilmente pasará inadvertido, está construido sobre la plataforma CMF-B, la misma del Juke (modelo que nunca llegó a estas latitudes) y el tamaño es otro de los aspectos diferenciales que indican un cambio rotundo.
Creció en todas las medidas, acusando ahora 4,36 m de largo (frente a 4,31 m), 1,62 de alto (1,61 para el Play) y un ancho de 1,80 m (contra 1,76 m), mientras que la distancia entre ejes pasó de 2,62 a 2,65 metros. Esto le permite traducir esa holgura en una mayor habitabilidad y también en una mejora en el sector de carga que, con 470 litros, es otro de los destacados que lo ubican como el baúl más grande de su categoría y muy cerca de la que le sigue, es decir, la de los medianos.
El motor es el tricilíndrico 1.0 turbo de 120 CV y 200 Nm de torque (en Brasil con mecánica Flex rinde 125 y 220), que se asocia a una caja automática de doble embrague DCT) con botonera (teclas “P”, “R”, “N” y “D”) en lugar de vástago y con levas al volante para el manejo secuencial.
Fabricado en la planta de Resende, Brasil, es el mismo propulsor utilizado por el Renault Kardian, que también usa esa transmisión. Esa es la configuración con la que llegará a nuestro país, mientras que la que se produce en México monta un 2.0 turbo de 142 CV. Si bien la entrega es gradual, esta combinación permite conseguir una respuesta ágil en aceleraciones, con cifras lógicas de consumo y más que correcto confort de marcha. Cuenta con un selector para elegir entre tres modos de manejo: Estándar, Eco y Sport.
Más allá de que el mayor espacio permite brindar un plus de comodidad, es clara la evolución del ambiente con mejoras en la presentación de materiales y terminaciones, mientras que lo sensorial también se ve beneficiado, especialmente por un mayor tratamiento en la insonorización.
Hay una nutrida combinación de texturas y colores entre tonalidades oscuras y grises que le dan una apariencia de mayor status. El aporte tecnológico es un factor al que la marca le puso mucho énfasis y que se manifiesta con sendas mejoras para el confort y la seguridad. Frente al conductor queda el cuadro de instrumentos completamente digital y configurable de 12,3 pulgadas, unido –en la versión tope de gama- a la pantalla táctil de la misma medida para el sistema multimedia.
Esa interfaz es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos y, además de contar con cámara 360º, permite realizar varios ajustes además de albergar todo lo referido al sistema de audio Bose y con los parlantes integrados en los apoyacabezas delanteros. Se suman las entradas USB tipo C (dos adelante y dos atrás), techo solar panorámico (el mismo del X-Trail), y el cargador inalámbrico para garantizar una experiencia completa. Toda la gama cuenta con acceso por proximidad y arranque por botón, y freno de estacionamiento electrónico con auto-hold.
En materia de seguridad trae de serie seis airbags, además de controles de tracción y de estabilidad, y ganchos Isofix. La opción tope de gama también se diferencia por contar con el sistema de seguridad activa denominado Nissan ProPilot (inédito en la categoría) y que incluye asistencias a la conducción (la marca afirma que son 23 ADAS) tales como control crucero adaptativo (con Stop&Go y asistencia en curva), riesgo de colisión frontal con reconocimiento de peatones y frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril (avisa y corrige), sensor de ángulo ciego, además de alerta de tráfico cruzado trasero, entre otros. El nivel de seguridad es uno de los fuertes de este modelo, a punto tal que obtuvo máxima calificación de cinco estrellas tras las pruebas de Latin NCAP.
Los casi 170 kilómetros que acusó la hoja de ruta, sirvieron para tener una primera idea de su comportamiento y lo que ofrece en cuanto a experiencia. Saliendo en una caravana de 50 Kicks desde el Club Med Lake Paradise -ubicado a 70 kms de San Pablo- hasta Fazenda “Dona Carolina”, un exclusivo hotel de época colonial en la zona de Campinas, combinando autopista, tramos interurbanos, ruta de mano simple y hasta un buen trecho de tierra, todo en un entorno quebrado, rodeado de morros y abundante vegetación.
En ese circuito tan variado demostró ser versátil y cómodo para moverse en diferentes situaciones. La posición de manejo resulta cómoda y fácil de conseguir haciendo uso del doble ajuste del volante y de la butaca que, aún en la versión full asignada, resulta curioso que no sea eléctrico. El esquema McPherson adelante y de eje de torsión atrás, es responsable de un equilibrado desempeño entre aplomo y confort. Las llantas enormes (225/45 R19) y el perfil algo acotado de los cauchos de la unidad probada, dan paso a algunos rebotes al transitar por superficies desparejas. La dirección responde con una asistencia progresiva y de elogiable precisión, rasgo especialmente apreciable en curvas cerradas y rápidas, además de calles sobrepobladas de tránsito.
Al motor no le vendrían nada mal algunos caballos extra, más allá de que cumple con el cometido de ser un buen aliado para el uso diario y con prestaciones lógicas y niveles de consumo más que racionales.
Si bien el escenario de mercado en el que técnicamente compite lo hará rivalizar con Honda HR-V, Volkswagen T-Cross y Chevrolet Tracker, el plus de tamaño le da licencia para posicionarse como una alternativa en la base del segmento C, buscando competir directamente en ventas con el Jeep Compass y el Toyota Corolla Cross.
“La importancia que la marca atribuye a este tipo de silueta dentro de su estrategia es tal que, con esta incorporación, la familia de SUV’s de Nissan –junto a X-Trail, X-Trail e-Power y Kicks Play- crecerá para pasar a ocupar del 35 a poco más del 50% de las ventas generales de su gama total”, sostuvo Carolina Martinenghi, Gerente Senior de Comunicación Corporativa de Nissan Argentina.
Cabe recordar que la oferta incluye a la pick up Frontier (una vez discontinuada de la producción local, seguirá llegando desde México), el eléctrico Leaf y los sedanes Versa y Sentra. En ese sentido será clave el precio al que desembarque en los concesionarios locales, ya que la tarea de coquetear en una categoría superior con motor de menos potencia y a un precio similar no sería para nada sencilla. Ante los cambios tan rotundos que lo traen a escena como un modelo diferente al conocido Kicks, Ángeles Zocchi, Subdirectora de Marketing dela marca, afirmó que “la idea de mantener el nombre responde a que es sinónimo de éxito, pero que en concreto es otro auto”.
Así, con esta figura y con estos argumentos, la segunda generación asoma la trompa dejando en claro que representa una fuerte apuesta.