Un taxi quedó completamente destruido tras incendiarse este jueves en la intersección de Miguel Muñoz y Perú, en Cipolletti. El vehículo, un Fiat Siena de la empresa Servi-Taxi, circulaba en horas del mediodía cuando comenzó a prenderse fuego desde el compartimiento del motor. El conductor intentó apagar las llamas, pero el fuego se propagó rápidamente al interior y no hubo forma de controlarlo.
Vecinos y comerciantes describieron escenas de desesperación. Uno de los testigos, que estaba en su comercio al momento del hecho, contó que cerca de las 12:30 comenzó a escuchar gritos desde la calle. Al salir, vio al conductor, un hombre de unos 60 años, intentando controlar el incendio con un matafuegos. Otros transeúntes se sumaron con extinguidores, pero las llamas avanzaron con rapidez. «Fue desesperante porque no pudimos hacer nada», expresó una vecina, todavía conmovida.
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El mayor temor fue que el taxi funcionaba a GNC. La rápida intervención del Cuartel de Bomberos Voluntarios fue clave para evitar una tragedia mayor. El jefe de Bomberos, Miguel Manquilef, explicó que la primera acción fue cerrar la llave de paso del gas para minimizar el riesgo de explosión. “El fuego alcanzó todo: motor, parabrisas, habitáculo, vidrios y ruedas delanteras. Las pérdidas son totales”, indicó.
Manquilef también reveló un dato importante: el día anterior, el auto había sido llevado a un taller mecánico por un problema eléctrico. Ese antecedente será ahora clave para determinar el origen del fuego. Aunque aún no hay una pericia oficial, se presume que un desperfecto eléctrico podría haber iniciado el incendio.
El hecho generó una gran movilización en la zona. Mientras los bomberos y policías trabajaban en el lugar, el vehículo quemado se convirtió en una inesperada atracción para decenas de adolescentes que salían de un colegio cercano. Se acercaron al auto, sacaron fotos y comentaban entre ellos las posibles causas del siniestro. La escena, por momentos, combinaba asombro y curiosidad juvenil.