Aprender inglés desde los primeros años de vida está ampliamente recomendado. Pero en la Argentina eso dependerá de la escuela y la provincia. Mientras algunos alumnos tienen inglés desde primer grado, como en territorio porteño o en Jujuy -aunque desde 2023-, y con docentes estables y varias horas por semana, otros pasan toda la primaria sin escuchar una sola palabra en ese idioma. Como en las escuelas de Formosa.
Así lo muestra un informe que dio a conocer el British Council junto al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), con datos inéditos sobre la enseñanza del inglés en el sistema educativo argentino. Entre los principales motivos del déficit en la enseñanza del inglés relevados aparecen la capacitación docente, que en sólo ocho provincias es obligatorio en las escuelas y la falta de acceso por la condición social.
«No existe en Argentina una normativa de alcance federal sobre la enseñanza de inglés», arranca Candela Tuñón, Coordinadora de Educación de CIPPEC.
«Lo que sabemos es que en secundaria el 84% de los estudiantes del país tienen inglés, y que en primaria un poquito más de la mitad reciben inglés. Pero hay variaciones entre las provincias: en las que en el diseño curricular no se establece la obligatoriedad del inglés desde los primeros años, la cobertura es menor; y también hay diferencias por sector de gestión: en primarias privadas, el 74% de los estudiantes tienen inglés, y ese número baja al 46% en primarias públicas», marca Tuñón.
¿Qué indica esa brecha tan grande entre primarias públicas y privadas? Eso es clave, refuerza, porque «una débil o nula exposición al inglés, sobre todo en la primaria, va a condicionar la posibilidad del manejo del idioma cuando entren a la secundaria o incluso cuando egresen». Además, «sólo sabemos que hay un docente que les da inglés, al menos una hora, pero no sabemos la calidad de esa enseñanza».
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Radiografía de la enseñanza del inglés
en Argentina por jurisdicción
En 2023
Fuente: British Council Infografía: Clarín
Esta imposibilidad para poder profundizar en el nivel de inglés que tenemos en Argentina, según los autores del informe, se debe a que también intentaron «dar cuenta de lo que sucede en el cuanto a los perfiles docentes». Pero la radiografía que se pudo construir la consideran «un poco incompleta, porque justamente no existen datos robustos del plantel de docentes de inglés en Argentina, dónde aprendieron ni cuántos cargos son necesarios para cumplir con la demanda actual».
Con esas salvedades, en la Ciudad de Buenos Aires o en Catamarca, detalla la experta, como excepción comparado a la regla que se ve en el resto del país, «se estableció la referencia de que los estudiantes tenían que terminar la primaria con un nivel A1, que es elemental, de principiante, y esperan que terminen el secundario con nivel intermedio o alto».
Pero el problema, dice, «es que muchas veces lo prescrito en el diseño curricular no es necesariamente lo que sucede en el aprendizaje». En el informe se enfocaron en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, en Jujuy y en Córdoba, y vieron que «los estudiantes que al terminar la secundaria deberían alcanzar un nivel B2, no lo logran, y en muchos casos el nivel es básico«.
Incluso, describe Tuñón, «había docentes que decían que con que los estudiantes sepan presentarse y tener una conversación para pedir algo en un restaurante, ‘está bien'».
Aunque en la currícula se detallen las expectativas sobre el aprendizaje, Tuñón destaca otras causas que también entorpecen el aprendizaje del inglés en el país. «Por la dificultad que hay en la alfabetización de la lengua materna; y por los recursos y materiales con los que se cuentan para dar clases, todo eso hace a que los alumnos alcancen determinado nivel.»
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Cobertura de la enseñanza del Inglés
por año y sector de gestión
Fuente: British Council Infografía: Clarín
El estudio —presentado hace una semana a puertas cerradas en el Consejo Federal de Educación y difundido públicamente este martes— confirma que aprender inglés sigue siendo un privilegio, especialmente en el nivel primario estatal.
El inglés no está garantizado como materia obligatoria en todo el país. Solo ocho jurisdicciones —CABA, Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Neuquén, Tierra del Fuego y Tucumán— lo incluyen desde primer grado en sus diseños curriculares. En el resto, la presencia del idioma depende de la voluntad de las escuelas, la disponibilidad de docentes o los recursos locales.
Algunas provincias —como San Juan, Catamarca, Formosa y Santiago del Estero— directamente no lo contemplan en su currícula de primaria estatal. En otras, como Santa Fe o La Pampa, existe algún marco normativo, pero su implementación es parcial o está atada a programas externos.
¿Argentina es un país de bajo acceso a la enseñanza del inglés? «La radiografía que hicimos marca la heterogeneidad del tema. El nivel de acceso es creciente, comparado con el panorama de hace una década», desliza Esteban Torres, director de Educación de Cippec.
Para Mariela Masuyama, directora de Programas de Inglés y Educación Escolar en el British Council Argentina, hay «una conversación superflua» en cuanto a los niveles de inglés.
«Tenemos cierto imaginario sobre lo que es un nivel elemental y uno avanzado. Por eso es importante lo que plantea el Marco Común de Referencia Europeo, que tiene más que ver con competencias y habilidades con el lenguaje, y no tanto con qué examen internacional diste», distingue Masuyama.
El informe también pone el foco en los docentes. Muchos profesores tienen hasta 20 cargos en distintas escuelas, cuando lo ideal, consideran, es que puedan concentrarse en una institución.
Respecto a si el nivel de cobertura es aceptable o deficiente comparado con otros países de la región, aclaran que «esa información no está contemplada en el informe, ni bien sistematizada».
Pero, agrega Torre, países como Chile o México «han tenido esfuerzos relevantes a nivel federal para crear una normativa, a diferencia de Argentina, donde no hay esfuerzos para tratar de articular una normativa nacional sobre la enseñanza del inglés».
Por eso, considera que lo más cercano a una «intención de promover alguna instancia de articulación o intercambio» sobre el inglés, es que la semana pasada presentaron este informe en la Secretaría de Educación, con 12 ministros de Educación de la provincias.
«(Desde el Gobierno de Javier Milei) están queriendo posicionar el tema del inglés, y estos hallazgos pueden ser una suerte de insumo para ese espacio que pueda generarse. Pero ni en la gestión anterior ni en esta hay un área de coordinación específica de temas del inglés», suma y bromea con «To be continued…(continuará)», dejando cierta duda sobre el futuro de la jerarquización del inglés en el país.
PS