En la última década la provincia asistió a un espiral de endeudamiento, que lejos de mostrar avances significativos socialmente o de infraestructura, mantiene una tendencia a acrecentar esas deudas al mismo tiempo que permite el sangrado no solo de recursos sino del esfuerzo de las y los trabajadores chubutenses. En la última etapa la deuda de la provincia se pasó de $3.062 millones en 2014 a $720.832 millones en abril de este año 2025.
- Los primeros diez años desde 2010 hasta 2020 en millones de $:
2010 | 2011 | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 |
960 | 965 | 1.109 | 2.641 | 3.062 | 7.428 | 20.542 | 25.553 | 39.246 | 59.365 | 85.437 |
- El último lustro, desde 2021 hasta hoy en millones de $:
2021 | 2022 | 2023 | 2024 | 2025 |
110.637 | 170.621 | 647.234 | 735.497 | 720832 |
Evolución de la deuda
Un pequeño raconto de este proceso podríamos comenzarlo en el año 2010. El gobernador por aquel entonces era Mario Das Neves quién ese año colocó deuda por U$D 150 millones, a través del instrumento nombrado como “fideicomiso Chubut”.
Tres años después, de la mano del gobernador Martin Buzzi la provincia emite los bonos Bodic I y II, por U$D 220 millones y U$D 86 millones.
Para 2016 una vez más, con Das Neves como gobernador, la provincia se endeuda a través del BOCADE (Bono Programa de Obra Pública y Cancelación de Deudas de Chubut) por U$D 650 millones y el BOPRO por otros U$D 50 millones poniendo como garantía de estos , ni mas ni menos, que las regalías petroleras.
Ya en el ejercicio de la gobernación por parte de Arcioni, la provincia volvió a colocar deudas en diferentes montos menores totalizando U$D 110 millones, a lo que se sumó al final de la gestión los bonos TIDECH 2021 por U$D 111 millones, reestructurados en febrero del pasado año, por la gestión de Torres y nombrados como TIDECH 2024. En una década la provincia se endeudó prácticamente en U$D 1300 millones, a lo que hay que sumar los intereses y comisiones.
¿Dónde está todo ese dinero?
Nadie sabe a ciencia cierta el destino de los millones de dólares que deberían haber terminado en hospitales, obras de infraestructura e incluso en el pago de deudas anteriores. Nada de esto llego a materializarse, pero si significó para los trabajadores y el pueblo chubutense una de las mayores crisis sociales que vivió la provincia que se dio a conocer como Chubutazo (2018-2019). Cuando en la gestión de Arcioni, se atrasaron el pago de salarios de empleados estatales y la provincia había dejado de prestar los servicios esenciales, pero se garantizaban a través de clausulas cipayas el pago de la deuda.
Esta situación de crisis y con deuda al servicio de la instalación de la megamineria con complicidad de los partidos del régimen (PJ-UCR-PRO), concluyó con una movilización y toma de edificios públicos, para hacer caer finalmente una ley minera al servicio de los capitales extractivistas, votada a espaldas del pueblo. El principal responsable de esta debacle, Mariano Arcioni, terminó premiado con un cargo en el Parlasur en las listas del PJ en 2023.
Desendeudarse es el norte económico que persigue el gobierno de Torres, al igual que los gobiernos progresistas, pero esto no es una cualidad moral, sino el corolario del ciclo de una estafa a la que estamos sometidos los y las chubutenses. La cual, valga la aclaración, no pagan los gobiernos sino que, recae sobre las espaldas de los trabajadores.
Hace algunos días, en Abril de este año, la provincia desembolsó $30.000 millones de pesos, correspondientes a un solo pago del Bono emitido en 2016 por Das Neves y reestructurado por Arcioni (BOCADE), quedando hoy como saldo restante U$D 357 millones. ¿Cómo se va a hacer frente a estas obligaciones? El ejecutivo ha enviado al parlamento provincial un nuevo proyecto de ley para tener el visto bueno, donde gracias al antidemocratico sistema de mayoría automática del oficialismo, obtendría la autorización para un un nuevo endeudamiento por U$D 650 millones de dólares. Un camino al abismo que ya conocemos. El Frente de Izquierda será la único bloque en oponerse consecuentemente a este nuevo capítulo de entrega porque alentamos a desarrollar la mas amplia movilización contra este proyecto. Solo la fuerza de las calles puede derrotar los planes de Torres y sus cómplices.
Mientras la deuda pública crece exponencialmente, también crecieron en los últimos años las exportaciones que pasaron de U$D 1849 Millones en 2020, a U$D 3511,6 millones. Ni mayor endeudamiento, ni el aumento de las exportaciones, presuponen un beneficio para los y las trabajadoras. Así lo marcan las estadísticas donde se manifiesta que el 36,8% de los trabajadores es pobre y 7,2% es indigente, en una provincia de solo algo más que 600 mil habitantes. Sin embargo, el derrotero del gobierno es claro, superávit para pagar deuda y no para mejorar la vida diaria de los chubuteneses, con esa orientación la bancada oficialista defendió un presupuesto de ajuste provincial para los empleados estatales, resaltando como positivo que en el año anterior se dilapidaron U$D 143 millones, y se proyectan para este, gastar otros U$D 190 millones en pago de deuda.
La salida de esta espiral empieza por suspender soberanamente los pagos de esta sangría antipopular y de saqueo y averiguar el destino real de la deuda, examinar cuál es el beneficio para el pueblo chubutense de continuar endeudándose sin resolver los problemas esenciales de los trabajadores asumiendo como propia una deuda que nunca tomamos. Una auditoría social para investigar donde esta todo ese dinero y finalmente no pagar ni un peso ni un dolar de esa estafa que nos condena. Para volcar todo ese dinero a las necesidades de las y los trabajadores. Y por supuesto, que los responsables de esta estafa no queden impunes.
Hernán Mondino, delegado brigadista Parque Nacional Los Alerces
Emilse Saavedra, dirigente provincial del MST en el FIT-U
*Estudio realizado con datos del Ministerio de Economía de la Nación, del INDEC, de la Subsecretaria de Coordinación Financiera del Ministerio de Economía de la Provincia del Chubut e informes de la consultora de riesgos Moody’s.