Es cierto que San Lorenzo se puede dar el lujo de descansar en que ya está clasificado para la fase de playoffs pero también es una realidad que quiere seguir sumando para no tener un declive en lo anímico y para terminar lo más arriba posible. El tema es que hoy tiene un duelo durísimo por delante: Riestra, en su cancha, es casi imbatible. De hecho, hace casi un año que no pierde y, justamente, el último deté que logró la hazaña fue Miguel Ángel Russo.
Aquel 2-0 con el que Central (con Miguelo en el banco) superó al Malevo en mayo del año pasado, fue la última caída que registra el Blanquinegro en el Bajo Flores. Ahora, el desafío será del Ciclón, que llega entonado por las dos victorias al hilo, ante San Martín en San Juan y ante Atlético Tucumán en el Pedro Bidegain, y buscará seguir por el sendero de los triunfos.
El CASLA presentará dos variantes, una obligada por la ausencia de Ezequiel Herrera (suspendido por haber llegado a la quinta amarilla), pero a la vez sorpresiva. Porque con Tripichio ya recuperado (irá por Cecchini) y sumando minutos, se esperaba que ocupara ese lugar o, en su defecto, el juvenil Nahuel Arias que no sumó minutos con Russo pero mostró buenos rendimientos con Insua y Romagnoli. Sin embargo, el que tendrá la chance será Fabricio López, quien se sumó a Boedo desde Armenio el año pasado y solo jugó cuatro partidos con la azulgrana.
El resto seguirá siendo el mismo porque el entrenador se decidió por no arriesgar a Matías Reali, quien ya está recuperado del esguince de tobillo que sufrió hace tres partidos pero pretenden que llegue en óptimas condiciones a la etapa final del Torneo.
¿Podrá Russo convertirse nuevamente en el verdugo de Riestra y cortarle la extensa racha favorable que lleva en su casa?