miércoles, 16 abril, 2025
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Pedro González: El GNC podría ser una solución nacional, pero nunca tuvo apoyo estatal

En una entrevista para Canal E, Pedro González, presidente de la Cámara de GNC expuso las trabas estructurales y la falta de políticas públicas que frenan el crecimiento del GNC en Argentina.

El GNC, una oportunidad desaprovechada

El entrevistado mencionó que, “lamentablemente, siempre es una paradoja porque es el combustible más ecológico y el más abundante que tenemos, pero no tiene mercado”. A pesar de que el gas natural comprimido (GNC) representa una opción más limpia, económica y con infraestructura desarrollada en todo el país, la demanda ha caído notablemente por falta de incentivos y apoyo estatal.

Seguimos siendo el combustible más barato, además de ecológico”, insistió González. Sin embargo, la ausencia de políticas públicas ha frenado su adopción masiva. “Nunca hemos tenido realmente una mano o una directiva”, denunció.

Comparaciones internacionales y modelos posibles

El contraste con otros países es evidente. González cita el ejemplo de España, donde se fabrican vehículos pensados desde el diseño para utilizar GNC. “En España el Estado le daba dinero, muchos millones de euros a las terminales automotrices para producir estos coches”, explicó. Como resultado, estos autos salen de fábrica con tanques laterales que no ocupan espacio útil.

En cambio, en Argentina, los tanques siguen siendo cilíndricos, se instalan en el baúl y la modificación es una solución forzada. “Yo no puedo modificar un auto de fábrica y hacerle todas las modificaciones para una estructura de tanques que no tenemos”, aclaró.

Economía real: ¿cuándo conviene instalar GNC?

Consultado sobre la amortización de un equipo, González ofrece una mirada a largo plazo. “En Argentina somos cortoplacistas. Siempre la pregunta es en cuánto tiempo lo amortizo, y yo siempre le pregunto cuánto tiempo vas a usar el auto”, reflexionó.

Según su experiencia, un usuario intensivo como un taxista recupera la inversión en apenas cuatro o cinco meses. Pero para el usuario promedio que hace unos 25.000 kilómetros al año, el ahorro acumulado puede llegar a cubrir no solo el equipo, sino hasta la mitad del valor del auto. “Yo ya recuperé el valor del auto, no el equipo de gas”, afirmó.

La diferencia de precio entre GNC y los combustibles líquidos sigue siendo notable: “Es en promedio un tercio de lo que valen las naftas premium y un 40% de lo que vale la súper”.

Obstáculos estructurales y culturales

Además del desembolso inicial, González destaca otros factores que dificultan la adopción masiva. “Hay coches que no pueden poner los tanques debajo y tienen que ocupar parte del baúl, y eso también es incómodo”. Esto se agrava con la falta de apoyo de las terminales automotrices, que en Argentina no ofrecen modelos GNC de fábrica.

El desconocimiento o la desinformación también juegan un rol. En Brasil, por ejemplo, donde la diferencia de precio no es tan grande, el parque automotor con GNC es más amplio. “No entienden cómo podemos nosotros no tener un parque del triple”, comentó sorprendido.

Reutilización del equipo y beneficios no aprovechados

El sistema actual permite incluso reutilizar los equipos. “Los taxistas cuando cambian de coche pagan la desinstalación y la instalación en su coche nuevo. Se llevan el mismo equipo porque sigue funcionando igual”, explicó. Es un circuito posible y rentable, pero poco promovido.

Para González, todo se reduce a una falta de visión estratégica. “Creemos que el uso intensivo del GNC podría favorecer al país en exportaciones de petróleo”, sostuvo. Con una de las mayores reservas de gas del mundo en Vaca Muerta, la oportunidad sigue latente.
Al finalizar, el entrevistado agregó: “Sin promoción ni decisión política, seguiremos desaprovechando un recurso estratégico que el mundo ya aprendió a usar”.

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