Economía
150 despidos, 65 años perdidos
Después de una larga trayectoria, la empresa anunció el cese de operaciones por problemas de rentabilidad y echó a todo el personal.
Más de cien trabajadores de la Fábrica de Bolsas Industriales (FABI) fueron despedidos está semana sin aviso previo, por problemas de «rentabilidad», explicó la firma en un comunicado. La compañia tenía 65 años de trayectoria.
La planta ubicada en la localidad de Hinojo, municipio de Olavarría, provincia de Buenos Aires, cerró sus puertas este martes y desafectó a todo el personal. “Nos dijeron que se cerraba hoy mismo y ahora les están liquidando a todos. Ofrecen pagar lo que le corresponde a cada uno más un 15 por ciento si aceptan el contrato, y si no, lo que corresponde según la ley”, afirmó al medio local Verte TV uno de los empleados.
Representantes de la empresa dueña de la fábrica, de capitales extranjeros, negociaban con cada operario el pago de la indemnización y desde el Ministerio de Trabajo bonaerense se acercaron al lugar para conocer la situación y buscar una solución al conflicto.
“Vinieron el gerente de Perú y gente de recursos humanos de Chile a comunicar la situación a todos los que estaban en el turno”, añadió.
Se trata de 120 trabajadores afectados entre operarios y contratados. “Nadie lo vio venir. Estamos desahuciados”, lamentó otro de los trabajadores.
“La determinación de cerrar la planta de Hinojo se debe a que, a pesar de las medidas implementadas en los últimos años por reencauzar su modelo productivo y luego de analizar múltiples escenarios, la operación no es sustentable en el tiempo”, argumentó la compañía en un comunicado, donde agradeció a los trabajadores y a la comunidad local por acompañarlos estos años.
En ese sentido, los empresarios aseguraron que por esa razón contemplan «propuestas de salida superiores a las que establece la ley y, además, un servicio de recolocación laboral para los trabajadores, que incluye capacitación y talleres para ayudar a su pronta empleabilidad”.
La división Sack Kraft de CMPC Biopackaging, según detallan en su página web, es un proveedor continental de sacos multipliego de papel, filial de CMPC, una de las mayores compañías del mundo en la industria forestal, celulosa y del papel.
Además de la que funcionaba hasta está semana en Argentina tiene siete plantas industriales «estratégicamente localizadas» en Brasil, Chile, México y Perú, «complementadas con una red comercial que incluye una oficina comercial en USA y una plataforma logística que le permite atender hoy en día a más de 25 países en la región».
Sin embargo, en el país, la política económica de la Libertad Avanza provocó el encarecimiento de los costos en dólares y el ingreso de los mismos productos importados por precios con lo que no pueden competir produciéndolos en territorio nacional.