«La región se ha comportado bien en término de mercados, se ha comportado bien en término de tarifas y está bien posicionada para un entorno un poco más incierto«, aseguró Ernesto Revilla, economista jefe del Citi para América Latina al hacer un repaso del contexto macro global en el que el banco norteamericano anticipa un escenario con un dólar débil, algo que podría afectarle en particular a economías como la local, fortaleciendo un peso de que se por sí, ven «caro». Aunque explicó que el escenario que trazan para la moneda estadounidense no es «ni tan volátil ni tan malo».
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Para Revilla, en el escenario base que contempla el Citibank, se prevé “un dólar relativamente débil hacia el resto del 2025 y 2026″ y eso, explicó, “no le debería poner mucha presión al peso argentino”. En ese marco, el banco consideró que, si el país logra mantener el equilibrio macroeconómico actual, “no debería haber demasiados vientos en contra”.
«El debilitamiento del dólar y fortalecimiento de la moneda quizá no sea bienvenida en este momento como lo sería para otras economías, pero justamente el proceso de estabilización macroeconómica tenderá a corregir este último desequilibrio que queda en la economía argentina. Quizá Perú con una moneda que en términos reales se ve un poquito más fuerte de su promedio histórico y por supuesto, Costa Rica, que también tiene una moneda relativamente fuerte comparada con el resto de la región, pero por lo general, la región se ha comportado bien y está bien posicionada para un entorno un poco más incierto».
Viene un panorama «incierto» y es peor que «malo»
El referente local del Citi, Ricardo Dessy apuntó un tema nada desdeñable en el contexto actual en el que prospera la falta de certezas.
«Incierto es peor que malo porque una mala noticia permite tomar acción y lo incierto paraliza», dijo en el zoom en el que participó activamente este jueves 10 de abril. Y allí hizo énfasis en los «puertos seguros de refugio en mares tormentosos» como el oro. «Se ha perdido mucho la confianza y la incertidumbre paraliza. Más allá de que vemos commodities estables es que quedaron atados a la incertidumbre y para países como los nuestros que necesitan capital, la incertidumbre no es buena noticia», señaló.
«Coincido completamente con lo que dijo Coco», señaló Revilla y deslizó: «incierto es peor que malo en el sentido de que si supiéramos que estamos en tal nivel de tarifas y eso se va a mantener hacia adelante, las monedas se ajustarán, los planes de negocio se ajustarán, etcétera. El problema ahora con la inversión en Estados Unidos, en América Latina, en el resto del mundo, es que no saben exactamente cuáles serán las reglas del juego, ya no digamos en 90 días, pero incluso esta misma semana», comentó el especialista en América Latina.
«Nuestro escenario para el dólar no es muy volátil y no es muy malo. Es un dólar relativamente débil hacia el resto del 2025 y 2026 y eso no le debe poner mucha presión a las monedas latinoamericanas de significativa apreciación y no le debería poner mucha presión al peso argentino», adelantó.
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Sobre el escenario base de Argentina con el programa del Fondo Monetario Internacional, y aunque faltan conocerse detalles importantes, según Revilla «es una buena noticia para el programa de estabilización, puede mantenerse con ese equilibrio macroeconómico que tiene por lo menos hasta las elecciones y después ver qué sucederá con los diferentes regímenes cambiarios que tiene Argentina. Pero en el escenario base no debería haber demasiados vientos en contra»; indicó.
En cuanto a las preocupaciones adicionales señaló «La preocupación es un escenario de riesgo que Trump no se hubiera echado para atrás ayer, que continuáramos con ese enorme nivel de tarifas, que hubiera muchas dudas sobre la sostenibilidad y estabilidad del propio Estados Unidos y tengamos una depreciación del dólar mucho más fuerte. Eso pondría mucha presión porque significaría mayor fortalecimiento de las monedas emergentes, presión para fortalecer el peso argentino en un nivel que ya se encuentra caro en términos reales en muchos modelos de estimación que damos seguimiento, y por lo tanto, sería más difícil el manejo macroeconómico y haría más caro y menos competitivas las exportaciones que son muy importantes en este ciclo de Argentina», adelantó el economista.
Qué pasará con los commodities en 2025: estables para los granos, aunque no para el oro y el petróleo
Revilla también trazó un panorama sobre los commodities para lo que resta del año y afirmó que son «cautelosamente optimistas con precios relativamente estables», aunque marcó algunas excepciones, entre ellas el oro y el petróleo.
«En nuestro escenario base donde las tarifas recíprocas no se mantienen al nivel que se presentó el 2 de abril de manera permanente hacia adelante, estamos con un escenario de commodities cautelosamente optimista para América Latina. Vemos precios de commodities relativamente estables hacia el cierre del 2025 y hacia el 2026, con algunas excepciones. Las excepciones son el oro y el petróleo, pero commodities agrícolas, commodities metálicos, en el escenario base que Trump acabe negociando con todos estos países, que haya muchas excepciones a las tarifas recíprocas, que la economía de Estados Unidos no se vaya a una recesión, estamos con un escenario, cautelosamente optimista», comentó.
Al referirse a las excepciones dijo que para el oro y algunos otros metales preciosos siguen siendo optimistas hacia adelante de que continuarán subiendo simplemente por el tema de recomposición de portafolios hacia activos seguros.
En cuanto al tema del petróleo no fue optimista. «Estamos negativos en Citi sobre el precio del petróleo abajo de los 60 dólares por barril al final del año en promedio y esto por la menor demanda, por la desaceleración global y por mucha más oferta que llega al mercado», en cuanto al escenario alternativo, el escenario de riesgo, Revilla fue contundente: «Lo vivimos estos últimos días: una preocupación enorme del mercado de que las tarifas recíprocas fueron mucho más altas de lo esperado», argumentó.
Apuntes sobre un posible «Acuerdo de Mar-a-lago»: ¿De qué se trata?
Revilla mencionó el «Acuerdo Mar-a-Lago» del que se está hablando hoy en los círculos financieros de EEUU y en virtud del cual se estaría analizando de manera unilateral o multilateral que Estados Unidos presione a otros países para tratar de debilitar al dólar. ¿Por qué esta idea de debilitar al dólar?
Revilla hizo foco en que Estados Unidos tiene desbalances comerciales muy grandes, particularmente con China, con México, con Europa, aunque no con el resto de América Latina. «Lo que diría la teoría económica es que los desbalances comerciales, los déficits, no pueden ser persistentes y mantenerse ilimitadamente hacia adelante porque hay estabilizadores automáticos que tenderían a reducir ese déficit, particularmente el comportamiento de las monedas», dijo.
Así, «cuando cualquier país latinoamericano tiene un déficit comercial creciente, el mercado se empieza a preocupar de la sostenibilidad externa de ese país y empieza a debilitar su moneda. Y ese debilitamiento de la moneda hace más baratas las exportaciones, más caras las importaciones y comienza a rebalancear ese déficit comercial. Pero en Estados Unidos ese mecanismo no funciona muy bien. Estados Unidos tiene déficits comerciales muy altos y la moneda, el dólar, no se debilita tanto como debería por una razón fundamental que es que Estados Unidos es la moneda de reserva del mundo. Y al ser la moneda de reserva hay una demanda extraordinaria de dólares por muchas razones. Por eso ha surgido esta idea cada vez más de un posible acuerdo.
¿Y por qué de Mar-a-lago? «Porque los grandes acuerdos globales que modificaron la arquitectura financiera internacional sucedieron en grandes hoteles, como Bretton Woods en 1944 que creó el Fondo Monetario Internacional y la arquitectura de tipos de cambio fijo. Muchos especulan sobre qué pasará con este potencial acuerdo pero no es el escenario central, no es oficial por parte de la administración de Estados Unidos, pero es esta idea de que ya sea de manera explícita o implícita nos enfrentamos a un mundo con un dólar relativamente más débil hacia adelante y ya lo hemos visto desde el segundo mes de la pandemia».
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