Tras la incertidumbre que provocó el el sector agropecuario el default de Surcos y dos empresas del grupo Los Grobo (Agrofina y Los Grobo Agropecuaria), Rizobacter confirmó el pago de Obligaciones Negociables (ON) por $ 20.666 millones y US$ 131.000.
La empresa del Grupo Bioceres, que se especializa en productos biológicos, era otra de las empresas apuntadas por el vencimiento de ON este 30 de diciembre. Sin embargo, la semana pasada había informado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que iba a saldar esa deuda y hoy desde la empresa ratificaron el pago.
Este año, Rizobacter logró la apertura de su novena subsidiaria en el mundo. Está ubicada en México y se suma a las que ya tiene en Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Colombia, Sudáfrica, Estados Unidos y Francia. Además, inauguró una planta dedicada a la producción de soluciones biológicas para la agricultura, valuada en US$ 10 millones.
El rumor por lo que podría pasar con el pago de la deuda de Rizobacter se dio tras el default de los Grobo Agropecuaria SA y Agrofina, vinculadas y controladas por el fondo de inversión Victoria Capital Partners (VCP), que no pudieron cubrir un pagaré bursátil por US$100.000 que venció el jueves pasado, y anunciaron que no podrán afrontar los pagarés bursátiles con vencimientos hasta el 31 de marzo, que suman US$ 10 millones.
Previamente, Surcos, de la familia Calvo, no pudieron afrontar un pagaré bursátil de US$ 500.000 que vencía a fines de noviembre. Luego, a la semana siguiente, avisaron a la CNV que tampoco iba a poder afrontar el pago de otros pagarés bursátiles de US$ 3,5 millones y más de $ 9.300 millones que tenían vencimientos desde noviembre a junio de 2025. Esto llevó a una denuncia penal por parte de la CNV por «ocultamiento de datos» y el pedido de la firma de Procedimiento Preventivo de Crisis.
Los Grobo se dedica principalmente a la agricultura asociada, venta de granos y de insumos, en tanto Agrofina y Surcos se dedican básicamente a la venta de fitosanitarios, donde compran el grado técnico (lo que se necesita para producir el agroquímico) de China y producen el formulado que luego comercializan a los productores.
«No es fácil” analizó el presidente de Rizobacter, Ricardo Yapur, sobre la situación de las tres empresas que entraron en default recientemente. “El campo durante el año pasado invirtió mucha plata financieramente porque era negocio comprar dólar barato y eso hizo de que el productor y la agronomía se surtieran de mucho productos. Son reacomodamientos que pasan «, indicó en declaraciones a la radio CNN.
Asimismo, el empresario remarcó que «para aquellos que ponían plata de afuera en el sector, existen otros mecanismos y otras formas que hacen que no se ponga plata en el sistema agropecuario. En el fondo es sano porque obligan a las empresa que vayan por el negocio genuino y no el negocio financiero que fue el año pasado».
Los motivos del default
El economista David Miazzo aclaró que si bien la actividad agrícola en particular atraviesa una rentabilidad complicada por las retenciones, el tipo de cambio bajo y precios de los commodities pinchados, no fue «el detonante» del sacudón de las firmas agropecuarias.
En este sentido, apuntó que las tres empresas trabajan «con mucho apalancamiento» y su «modelo de negocios implica trabajar con endeudamiento«, que para el especialista, «es atípico en el sector agropecuario».
«Crecieron con capital financiero y poco con lo propio, pero esto tiene su riesgo. Cualquier ruido genera lo que generó. El sector agro en general trabaja con capital propio y se apalanca ante las eventuales beneficios que puede conllevar ese apalancamiento», insistió.
Para Miazzo, titular de Data Miazzo, lo que pasó con Los Grobo y Agrofina fue un efecto contagio de lo que había sucedido en un primer momento con Surcos, sufriendo la «iliquidez temporaria» de créditos hacia el sector.
De todas maneras, el especialista diferenció lo que pasó en su momento con Vicentin y lo que está pasando ahora con las empresas defaulteadas. En el primer caso, los acreedores en su mayoría eran productores, al igual que lo que puede pasar en el caso de Los Grobo Agropecuaria, mientras que en el caso de Agrofina y Surcos, es lo contrario. «Se va a ver al sector agropecuario con una doble lupa. Los inversores ven un riesgo en el sector», acotó.
Al respecto, Salvador Vitelli, jefe de Investigación de Romano Group, alertó que hay que prestar atención a la cadena de pagos tras el default de Los Grobo Agropecuaria, ya que se puede generar un «efecto dominó» si no se le paga al productor que podría tener calzada esa mercadería con otro proveedor.
“Será más difícil renovar vencimientos», comentó. «Está áspero el mercado de pagarés. El mercado está retirado de este tipo de instrumentos, era difícil colocar deuda a tasa y plazo razonable. Hoy, con todo esto, el mercado se va a retirar más», agregó Vitelli.
Ambos economistas coincidieron en que otro de los aspectos a tener en cuenta fue el «descalabro» económico del 2023 que generó un sobrestock de productos de los distribuidores y de los productores y esto perjudicó a Surcos y Agrofina.
«Había un diferencial cambiario que hacía aprovechar esa estrategia. Y estas empresas usaban estrategias financieras para beneficiarse colocando deuda a tasas bajas en dólares. Se quedaron sobrestockeadas en insumos, a valores caros, y luego eso no lo pudieron trasladar en mayores ventas por el stock y menor capacidad de los productores», explicó Vitelli,
«Hubo un mayor stock de mercadería de los productores por miedo de que suba el dólar. Hubo sobrecompras el año pasado que se convirtieron en menores compras esta campaña», dijo Miazzo.
Según diferentes estimaciones, el mercado de agroquímicos cae este año de US$ 4.000 millones a US$ 3.200 millones.
Para Diego Napolitano, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), hubo un choque de matrices: el 2023 hubo una matriz financiera y en 2024 hubo una matriz económica. «No tuvieron las ventas proyectadas y precios y no les alcanzó para pagar sus deudas.
«El mercado cambió mucho. Los productos bajaron un 40% en dólares. Así, . como mínimo bajó la facturación un 40% siempre y cuando se haya vendido lo mismo. Pero nadie vendió lo mismo. Esto pasó porque en el 2023 sobreactuamos compras. Nadie quería tener un peso en el bolsillo», explicó.