Entre la sesión por la boleta única de papel en Diputados y el veto anunciado de Javier Milei a ley de Financiamiento Universitario, casi en simultáneo con la marcha prevista para este miércoles, el inicio del debate por el Presupuesto quedó postergado para la segunda semana de octubre. Desde la oposición pedirán la presencia del ministro Luis Caputo para que fundamente el proyecto, algo por el momento desestimado por el oficialismo, a la vez que preparan reclamos de modificaciones en los puntos que consideran más controvertidos.
“Así como está, no sale”, advierten en el kirchnerismo y en los sectores más críticos del Gobierno de los bloques llamados dialoguistas. Los principales cuestionamientos apuntan al ajuste en jubilaciones, educación, ciencia y tecnología, asignaciones familiares, obras públicas y a la regla fiscal -para acomodar los gastos con los ingresos para equilibrar el resultado financiero-, por la discrecionalidad que según señalan implicaría para el Ejecutivo para frenar o reasignar partidas.
Integrantes de la comisión de Presupuesto de los bloques opositores intercambiaron las primeras miradas sobre el proyecto. Desde los números están en condiciones de imponer cambios, por caso para replicar las leyes sancionadas para recomponer los haberes jubilatorios y los fondos a las universidades, aunque tantearán esa posibilidad más adelante, para esperar la exposición de los funcionarios y conocer el grado de predisposición del Gobierno a negociar, en especial con los mandatarios provinciales.
Un primer ruido se generará por los expositores para defender el proyecto. Todavía no hay convocatoria oficial, pero a diputados radicales y de Encuentro Federal les llegó de manera informal que el tratamiento arrancará el martes 8 con las presencias de los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Pablo Quirno (Finanzas) y posiblemente el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, entre otros. El Gobierno mantendría la decisión de que no asista el ministro Caputo, como ya sucedió con la Ley de bases y el paquete fiscal.
“Nos parece irresponsable que no venga. Si nos guiamos por el discurso de Milei es un Presupuesto que va a cambiar la historia argentina para siempre, pero el ministro no tiene ni siquiera el compromiso de defenderlo”, dijo Itaí Hagman, de Unión por la Patria, a Clarín.
“Del ajuste no se salva nada, salvo partidas puntuales como Inteligencia. Y la regla fiscal es muy tramposa. Le daría discrecionalidad al Ejecutivo, por lo que perdería sentido que los legisladores aumentemos un rubro”, completó el diputado, integrante de la comisión de Presupuesto.
El aviso de Pichetto
En Encuentro Federal contaron que Miguel Pichetto le avisó a Martín Menem, titular de la Cámara, que los diputados del bloque condicionan su firma del dictamen a que asista Caputo. Es una reacción a lo que consideran un «ninguneo».
En el radicalismo, aun con sus divisiones y con un sector más afín al Gobierno, también preparan planteos. “Estoy de acuerdo con un presupuesto equilibrado. Después tengo un montón de preguntas para hacer, desde las estimaciones (por caso 104,4% de inflación para este año y 18,8% para 2025) al desenganche del automático en asignaciones familiares, el financiamiento educativo, la ratificación del DNU de las jubilaciones y la baja en la obra pública a niveles absurdos”, adelantó Lisandro Nieri, vicepresidente de la comisión, ante la consulta de este diario.
La Casa Rosada apostará a aprovechar las internas en la mayor parte de los espacios opositores y a negociar principalmente con los gobernadores, incluidos los peronistas. La estrategia quedó de manifiesto de entrada, cuando Francos y Caputo convocaron a los mandatarios provinciales al día siguiente de la presentación de Milei para desestimar la exigencia de un ajuste de 60 mil millones de dólares a las arcas distritales.