Amor, amor, amor
El último domingo, Javier Gerardo Milei incomodó a la «casta legislativa» y llamó a senadores y diputados a concurrir al Congreso de la Nación un fin de semana para presentarles el Presupuesto 2025, algo que siempre hicieron los ministros de Economía, no los jefes de Estado. Y en días hábiles… El Presidente utilizó el hito para mostrarse copando el escenario y dedicó algunos dardos a la clase política, pero sin profundizar conceptos como en campaña. O como en el arranque de su Presidencia, cuando hablaba de «ratas» al referirse a los legisladores de todas las fuerzas, menos de «La Libertad Avanza». El mandatario habló de economía, chicaneó al jefe del bloque de diputados peronistas Germán Martínez y lanzó besos hacia el palco principal, donde estaban ubicados sus padres y su actual pareja, la conductora Amalia Josefina Trombetta, más conocida como Amalia «Yuyito» González.
Ese lugar concitó la atención de todos, en un marco de palcos copados por militantes y adherentes libertarios, quienes gritaban y vivaban los dichos presidenciales, sin envidiar demasiado a las gestiones peronistas anteriores, que también ocupaban esos sitios. Pero el dato que llamó la atención fue una misteriosa mujer que se ubicó detrás de los progenitores del Presidente y de «Yuyito». La elegante dama se movió con bajo perfill, como lo hace en su faena cotidiana. Pero, a pesar de sus sigilosos movimientos, ella conoce el mundo parlamentario. ¿De quién se trata? Guadalupe Cortés estuvo en el palco presidencial, pero no por su rol de Business Controller en AySA, la empresa concesionaria de servicios públicos de agua potable y desagües cloacales de la Ciudad de Buenos Aires y de 26 partidos del conurbano de la Provincia.
Guadalupe Cortés, Business Controller de AySa, en el palco presidencial del último domingoGuadalupe Cortés es quien -desde abril pasado- recaba información que le solicita a todos los sectores y arma informes sobre el desempeño de AySA, que supo estar controlada por la familia Massa durante la última gestión peronista y que hoy conduce el ingeniero Alejo Maxit, quien convocó este año a Cortés. Pero lo que la ubicó en el palco supremo del último domingo es que es íntima de Javier y Karina Milei, ya que todo lo del domingo fue celosamente cuidado por la hermana presidencial.
Esta contadora pública recibida en la UBA y en el Congreso se la mencionaba como cercana a los Milei, pero sería más allegada a los Menem.
Cerca de la funcionaria de AySA, afirman que llegó hasta allí por estar casada con Adrián Pagán, el actual secretario administrativo de la Cámara de Diputados y miembro del Instituto de Capacitación Parlamentaria de esa casa.
Cortés muestra así cercanía al poder presidencial y conocimiento de la vida parlamentaria, herramientas que utiliza en su trabajo actual en la empresa pública. Al asumir como Controller, ella posteó: «¡Amo los desafíos! Es por eso que hace algunos meses me sumé al equipo de AySA para llevar adelante un ambicioso plan de transformación operativa y financiera que agregará valor sostenible a esta gran compañía. Estoy feliz de haber comenzado esta nueva etapa!». Así se despidió de 22 años en el canal estadounidense Paramount. No hay nada más lindo que la familia unita…
Guadalupe Cortés, Business Controller de AySACFK no para
Cristina Elisabet Kirchner se presentó el último viernes en la localidad de Merlo. La ex Presidenta habló de economía para confrontar con la actual gestión mileísta. Pero también para mostrar que ella sigue teniendo el control político en el peronismo. Ahora, será el turno de Máximo Kirchner, quien el próximo viernes dará un discurso en la ciudad de La Plata, que se anticipa será duro para la interna del partido. Su madre confrontó con Milei, pero su hijo irá a por la disputa que algunos sostienen, como Axel Kicillof, el gobernador bonaerense que osó hablar de «componer nuevas canciones», lo que hizo estallar el humor kirchnerista. Cristina y su primogénito observan el panorama y anticipan que no regalarán nada de espacio a opciones que desafíen su hegemonía.
Por eso, el último acto en Merlo pidió organizarlo en una semana, tiempo récord para un evento así, lo que habla de la urgencia por no ceder protagonismo. Otro dato es cómo sigue -junto a Máximo- los movimientos del riojano Ricardo Quintela quien sueña con presidir el PJ nacional. Los Kirchner alientan a la gremialista judicial Vanesa Siley a que se anime a disputarle la silla, algo de lo que se ocupa el sigiloso Wado de Pedro, quien no descuida su ducto de relación con Santiago Caputo, el fanático de Giuliano Da Empoli, el ensayista italo-suizo, autor de «El Mago del Kremlin» y de «Los ingenieros del caos». Seguramente, el pragmático Wado logrará que Siley ocupe una Vicepresidencia pejotista, pero la duda es si Cristina querrá encabezar el Partido o seguirá pensando en suturas políticas de diverso orden.
Además, CFK no deja de pensar en lo que pasó con Alberto Fernández y en los caminos diversos que surcaron Javier Milei y Sergio Tomás Massa: por eso, dos reflexiones que volcó ante pocos interlocutores, causaron perplejidad. «Miralo vos al más boludo de los boludos… hoy es Presidente», señala mostrando que valora la inteligencia del actual jefe de Estado.
Pero la reflexión no termina allí: «Y miralo vos al más vivo de los vivos. Mirá dónde está cada uno…». La mordaz referencia fue, en este caso, para Massa, el último ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo. La ex Presidenta parece olvidar que ella bendijo esa candidatura y previo a eso, su nominación como ministro económico del gobierno del Frente de Todos. Peronismo explícito…
Cristina Kirchner y Javier Milei . Foto AFPA sus rincones
La cena del último miércoles en la residencia presidencial de Olivos de «los 87 héroes» del Parlamento argentino convocó a los diputados y senadores del PRO, La Libertad Avanza más los radicales que -ahora- usan peluca y se muestran alineados con el Gobierno nacional. La cita fue particular pues el asado debió ser abonado vía posnet por los legisladores, quienes tuvieron que resucitar su tarjeta de débito y abonar 20 mil pesos «por barba». Todo fue sonrisas y austeridad, ya que la cifra incluía una sola copa de vino, lo que resultó excesivamente austero para algunos dirigentes curtidos en tertulias nocturnas de rosca interminable. La cosa sana…
Aunque todo fue buena onda, la excepción ocurrió en uno de los rincones de la quinta presidencial. Martín Yeza, diputado nacional y devenido titular de la Asamblea del PRO. se acercó a Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad protagonizó este año un cruce fuerte con el diputado macrista, pues terminó siendo él electo en la conducción de la Asamblea del partido, en detrimento de la ministra, en virtud de las diferencias políticas profundas entre Bullrich y Mauricio Macri.
Yeza quiso superar esos episodios y se acercó a la funcionaria mileísta: «Hola Patricia, ¿cómo estás?», saludó el respetuoso Yeza. Pero se encontró con un férreo rechazo de la curtida Pato: «Nene, a vos no te voy a saludar… Te voy a hacer pagar una por una las que me estás haciendo…».
El ex intendente de Pinamar se quedó de una pieza pero, caballero, optó por retirarse. Con sus dos metros de altura, dio media vuelta y se fue a conversar con sus pares del PRO que atacaban jugosos pedazos de vacío. La ministra se quedó masticando su encono con el diputado macrista. Y dispuesta a seguir su rivalidad interna con Macri, de cara al año electoral por venir…Rencor, mi viejo rencor; déjame olvidar la cobarde traición….
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Foto Ramiro Gómez