El Partido Justicialista de San Luis sacó de juego al intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera, quien buscaba competir por la presidencia partidaria con el exgobernador Alberto Rodríguez Saá, actual titular del PJ puntano. El jefe comunal fue suspendido, acusado de “transfuguismo político” y de apoyar al gobernador Claudio Poggi, y no podrá competir en elecciones internas del justicialismo local.
“Él quiere que todos nos llevemos mal. Yo pido y doy respeto a la gobernabilidad. Me ataca por El Diario de la República [que Rodríguez Saá dirige]. Cuando pido la interna, convocan a una elección incumpliendo la Carta Orgánica. Es una especie de [Nicolás] Maduro en San Luis. La votación en el Tribunal de Disciplina salió dos a dos, pero definió la presidenta, que es la exmujer de Rodríguez Saá, Antonia Salino, que tiene voto doble”, explicó Frontera a LA NACION.
Junto a la sanción para el intendente de Villa Mercedes (la segunda ciudad en importancia de la provincia), se expulsó a ocho diputados que lo representan y que habían conformado “un nuevo bloque aliado del poggismo”, indicó El Diario de la República.
“En mis cuatro años anteriores de gobierno [en Villa Mercedes], Rodríguez Saá y su equipo me hicieron interna”, recordó Frontera, que era parte del espacio del exgobernador (ganó desde esa boleta su reelección), pero se apartó tras los comicios del 2023. LA NACION intentó comunicarse con allegados a Rodríguez Saá, pero no obtuvo respuestas.
Alberto Rodríguez Saá está enfrentado con su hermano Adolfo (que actualmente integra el frente de Poggi), a quien también apartó del PJ de San Luis.
El jueves, en una sesión del Concejo Deliberante de San Luis, los concejales que responden al exgobernador no quisieron debatir una declaración de repudio a Ayelén Mazzina, exministra nacional de la Mujer, Género y Diversidades (y exfuncionaria provincial del área, con Rodríguez Saá en el poder), por su actuación en el caso de Fabiola Yañez, la ex primera dama que denunció a Alberto Fernández por violencia de género.