El Gobierno logró evitar el miércoles el desastre que se le parecía avecinar: el rechazo en Diputados del DNU de Javier Milei que otorgó $ 100 mil millones extra a la SIDE para gastos reservados. Pero tras esa derrota, la oposición vuelve a la carga y ya pidió una sesión especial en la Cámara baja para el miércoles que viene, donde intentará de nuevo de voltear ese polémico decreto presidencial.
Una lectura superficial de lo que ocurrió el miércoles en una votación de Diputados indica que habría 135 legisladores dispuestos a bochar el DNU. Es un número más que suficiente para lograrlo. Una duda corre en el Congreso: ¿Estarán esos votos realmente la semana que viene?
Como contrapartida a la movida opositora, el oficialismo apura la conformación de la Bicameral de Inteligencia y el Poder Ejecutivo ya comprometió un 78 % de los fondos asignados por el decreto para Inteligencia, lo que abre discusión sobre las consecuencias reales de un eventual rechazo.
Cuando Encuentro Federal (EF) y la Coalición Cívica pidieron la sesión especial para tratar el DNU 656/2024 este jueves, el PRO y la Libertad Avanza solicitaron sesionar un día antes para recuperar los temas caídos de la semana anterior. El oficialismo también aceptó incluir el proyecto de Financiamiento para Universidades que pedía la UCR y entre debates y cuestiones de privilegio la maratónica sesión efectivamente iba a «comerse» a la del jueves.
Por eso, Nicolás Massot (EF) adelantó en plena sesión que cambiarían la fecha y este jueves presentaron el pedido de nota a Martín Menem solicitándole que convoque para el miércoles 21 a las 12.
Pero antes, buscaron enviarle un mensaje al oficialismo. Maximiliano Ferraro (CC) pidió votar la inclusión del debate del DNU en la sesión del miércoles, una moción que necesitaba 3/4 de votos afirmativos para prosperar. Sabían que no iban a conseguirlos, pero obtuvieron 135 votos a favor; un número que alcanza para rechazar el decreto en la sesión pedida para la semana que viene.
Además de los federales, los «lilitos» y Unión por la Patria, votaron a favor 18 radicales, que son la llave para conseguir el rechazo.
«Parece que el ‘anarquista’ le agarró el gustito a las napas más contaminadas del Estado. Montar un gigantesco y opaco aparato de inteligencia fuera de todo control amenaza las garantías constitucionales de todos los argentinos», tuiteó este jueves Facundo Manes (UCR).
Algunos desconfían de que podrán sostener el número el miércoles que viene. El Gobierno ya tiene un listado detallado sobre quiénes «operar» tras la votación pedida por Ferraro.
Además, varios legisladores se animaron a votar en contra porque sabían que no llegaban al número. «Con que 11 o 12 de esos radicales se mantengan en pie para la semana que viene, y menos ausencias del kirchnerismo, vamos a estar bien», aseguran los más optimistas.
Pero hay pesimistas que observan cómo el Gobierno trabaja para evitar una derrota.
En el pedido de sesión, los legisladores hacen una aclaración clave. Que van a pedir la «nulidad absoluta e insanable». Eso tiene que ver con la información que sacó a la luz Ferraro. En el portal de Presupuesto Abierto ya figura un 78,29 % del total de los fondos para la SIDE en la columna de «devengado».
«En solo tres semanas, se ejecutó el 80% de los 100 mil millones de pesos asignados a gastos reservados. Estos fondos se están utilizando sin control ni justificación legal alguna, con absoluta discrecionalidad. Están dilapidando 3 millones por día en espionaje. Esto, además de peligroso, es profundamente inmoral», denunció Ferraro.
En la mesa chica del Presidente explican que ese monto ($80.893 millones) que figura en comprometido y devengado «fue transferido al área pero que todavía no se gastó efectivamente» y que el grueso se va a usar para comprar equipamiento.
«Usado o no ya hay un compromiso de pago, están avanzando», apuntan en la oposición.
¿Qué pasa entonces si llegan a rechazarlo en el recinto pero los fondos ya se usaron? En las bancadas más cercanas al oficialismo aseguran que el rechazo derivaría en «abstracto». Por eso aclararon que la votación será para pedir la «nulidad absoluta e insanable». «Eso significa que los actos que hiciste no valen y tienen un efecto jurídico», señalan.
Bicameral de Inteligencia
El oficialismo, mientras tanto convocó a la Bicameral de Inteligencia para un día antes a la sesión pedida: para el martes que viene.
Buscan darle un argumento a los más dudosos para que no rechacen el DNU. Aseguran que en ese ámbito se va a explicar y detallar en qué se van a usar los fondos.
Todavía no está definido quién la presidiría y sigue viva la tensión entre si debe ser el misionero del PRO Martín Goerling o el entrerriano federal Edgardo Kueider. En las últimas horas se sumaron más nombres a la terna, como el de Martín Lousteau, aunque aseguran que «no hay nada».