sábado, 16 noviembre, 2024
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Diplomáticos en pie de guerra: irán a la Justicia y tomarán acciones políticas contra el pago de Ganancias en el plus que ganan en el exterior

Los diplomáticos argentinos están en “pie de guerra” y decidieron tomar varias acciones judiciales y políticas contra la decisión del gobierno de Javier Milei de cobrarles impuesto a las Ganancias sobre el adicional por costo de vida que ganan cuando están en misión en el exterior. Afirman que este afecta sobre todo a los rangos más bajos jóvenes de la profesión.

En la Asamblea de Emergencia que se hizo este lunes por la tarde en la sede externa de la Asociación del Personal del Servicio Exterior de la Nación (Apsen), el gremio que agrupa al 90 por ciento de los funcionarios de carrera de la Cancillería, se decidió presentar una medida una acción judicial para que la Justicia adopte una medida cautelar contra el articulo que elimina el pago de Ganancias para el plus que cobran en el exterior y también pedirán una declaración de certeza para confirmar que la Cancillería tiene que pagar Ganancias en ese extra.

Este jueves habrá otra asamblea y discutirán medidas de fuerza que pueden ir desde el no trabajo en los consulados o reclamos masivos de regreso al país, entre otros. Los diplomáticos conversan con los gremios como ATE y UPCN.

En la asamblea de emergencia del lunes, que convocó a cientos de ellos, los más jóvenes afirmaban desde el exterior y conectados online que no podrán afrontar así los gastos de sus familias con la nueva medida. Hay 1030 diplomáticos activos de los cuales la mitad en el exterior. Hay 90 embajadores full, algunos en sus casas porque son de la oposición y como en todo cambio de turno de gobierno no tienen función. Después, la pirámide de ministros de primera, segunda y consejeras va ampliándose.

La molestia con el Gobierno y con la canciller Diana Mondino, con la que el APSEN se reunió tres veces y no hubo solución, es grande. Pero además, la preocupación que impera es que a la canciller Mondino le queden en el cargo días, horas o meses y no puedan solucionarlo. El rumor, no confirmado, es que el Gobierno le va a ofrecer competir en una de las listas a diputados por Córdoba. Mientras tanto, Mondino resiste con su carisma, pero todos saben que está mal sobre todo con Karina Milei y apenas habla con su hermano, el Presidente.

El ministerio se encuentra afectado fuertemente por el vaciamiento de actividades (le sacaron la agencia de inversiones hacia la Secretaría General de la Presidencia) y con la intervención de Santiago Caputo y Karina Milei a través de la abogada Ursula Basset, quien se ha instalado en la Jefatura de Gabinete, de donde en octubre a más tardar se irá Federico Bartffeld como embajador a Portugal.

De acuerdo a la reconstrucción de la situación, lejos del mito de que los diplomáticos cobran fortunas, en la Argentina funciona así: Los haberes de los funcionarios del Servicio Exterior de la Nación (SEN) prestando funciones en el extranjero están compuestos por el sueldo país (lo que percibiría el funcionario si estuviese desempeñando funciones en el país calculado en pesos), y por el adicional por costo de vida en el exterior, que se calcula sobre la base del sistema de Naciones Unidas. Es decir se busca que cobren como todos los diplomáticos en el exterior de cualquier país y según el costo de vida.

Los diplomáticos en el exterior sí pagaban impuesto a las Ganancias, pero sobre la base del sueldo país. Lo que hizo el gobierno a través de la nueva ley fue derogar el artículo de la anterior normativa que exceptuaba del pago de Ganancias en el adicional por costo de vida, salvo para los antárticos y los que trabajen en pozos petroleros.

“La exención de tributar o hacer otro tipo de deducciones sobre el adicional por costo de vida está vigente desde 1973. Una potencial modificación a esa exención provocaría un serio inconveniente a los funcionarios diplomáticos, adscriptos al servicio exterior –agrupamiento de SINEP de la Cancillería- que prestan actualmente funciones en el extranjero. Esta situación afectaría negativamente el normal funcionamiento de la Cancillería, en lo que constituye una de las funciones primordiales y, por consiguiente, podría impedir al Poder Ejecutivo de la Nación dar cumplimiento al mandato constitucional y legal de elaborar y ejecutar la política exterior de la Nación”, dijo un embajador consultado que reconoce que mientras ellos tienen todos los gastos a costa del Estado, tienen casi todos los gastos cubiertos. Quienes no son embajadores deben pagarse gastos de vivienda, escolaridad, servicios, auto, nafta.

Los diplomáticos que viven en países árabes, asiáticos u africanos deben mandar a sus hijos a colegios privados por razones culturales. Estos no bajan de los 1.500 dólares. Para una familia donde una de las partes no puede trabajar, un sueldo de 5.000 o 6.000 dólares reducido en un 23 y un 30 por ciento no puede sostenerse.

Para muchos, la medida del ministerio de Economía de Milei es “la destrucción” por completo de la Cancillería, que aunque muchas veces a la opinión pública le cuesta entender qué hace y al Ejecutivo también, es un interlocutor político, económico y consular en el país destino. Con los años fue perdiendo privilegios, entre ellos la jubilación enganchada a la de los jueces por la que podían contabilizar hasta 39 años de aporte y con más dinero a la Caja. Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto es de los pocos en el mundo -como Guyana- que no tiene para sus funcionarios servicio de salud pre pago. Eso genera inmensos problemas para los diplomáticos pero también para el Estado.

Por ejemplo, un parto puede costar entre 15.000 y 40.000 dólares que debe pagar el diplomático de su bolsillo y después esperar el reintegro entre seis meses y un año. Otras veces, fue tal el costo de la atención: por un embajador que se enfermó gravemente de Covid en Estados Unidos, en 2020, el Estado debió pagar casi 3 millones de dólares de internación. Lo mismo ocurrió en París con el cineasta Pino Solanas que fue enviado como embajador a Francia por el gobierno de Alberto Fernández con 84 años. Apenas llegó se contagió de coronavirus y permaneció semanas con atención hospitalaria que se debió pagar desde Buenos Aires hasta que falleció,. Las distorsiones son numerosas.

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