La lluvia de estrellas Delta Acuáridas y Alfa Capricórnidas alcanzará su punto máximo el 30 de julio, y ofrecerá un deslumbrante espectáculo celestial, conformado por una gran cantidad de meteoros que cruzarán e iluminarán el cielo nocturno. Para los que tengan la suerte de estar lejos de la contaminación lumínica de la ciudad, será una noche memorable.
El evento estelar se podrá ver, principalmente, desde el hemisferio sur; aunque también será posible disfrutarlo en las latitudes meridionales del hemisferio norte. Se tratará de un juego de luces cruzando el cielo, que incluirá estrellas fugaces pertenecientes a diversas constelaciones, como Orión, Perseo y Géminis.
Aunque comúnmente los usemos como sinónimos, cada uno de estos conceptos refiere a algo sutilmente diferente. Los meteoroides son pequeñas rocas hechas de metales que viajan por el espacio a una velocidad extraordinaria. Cuando entran en la atmósfera de la Tierra, normalmente viajan entre 25.000 y 160.000 millas por hora (40.000 a 260.000 kilómetros por hora).
En ese preciso momento en el que están atravesando la atmósfera, reciben el nombre de meteoros. Su alta velocidad provoca la fricción que las hace brillar y produce rayas brillantes en el cielo que conocemos como “estrellas fugaces”.
Finalmente, los meteoritos, son los fragmentos de un meteoroide que sobrevive al paso por la atmósfera y llega a la superficie de la Tierra en forma de roca.
Las lluvias de meteoros se forman cuando la Tierra pasa a través de los restos dejados por cometas o asteroides. Los cometas, al acercarse al Sol, se calientan y liberan polvo y gas. Este material queda en la órbita del cometa y, cuando la Tierra cruza esta órbita, se produce este fenómeno. Los asteroides también pueden colisionar y liberar fragmentos que generan lluvias de meteoros.
¿Cómo conseguir la mejor vista de este evento astronómico?
Siempre que el cielo esté despejado, en el punto máximo de la lluvia, se pueden presenciar hasta 25 estrellas fugaces cada hora. El pico de actividad de los meteoritos suele ocurrir en las horas previas al amanecer, cuando el cielo está más oscuro y las condiciones de observación son óptimas.
Para encontrar esta lluvia, los espectadores deberán buscar la constelación de Acuario, hacia el sureste del cielo. Como en ocasiones, esta es compleja de identificar, una opción es buscar algunas más visibles y fáciles de detectar, como Capricornio, Aquila o Piscis que la rodean. Una vez ubicadas, estarás mirando en la dirección correcta.
Para asegurarte de aprovechar al máximo esta extraordinaria doble lluvia de meteoritos, la preparación es clave. Aquí algunos consejos prácticos:
Seguir estos sencillos pasos puede transformar su experiencia de observación de estrellas de buena a inolvidable.
LA NACION