No cabe duda que para la dirigencia fue lo primero. Pero para la opinión pública en general lo segundo. En ambos casos, los medios de comunicación y las redes, nacionalizan hechos o fenómenos que antes quedaban localizados. En este caso lo sucedido en Tucumán y en la ciudad de Buenos Aires el mismo día, hoy tiene difusión en tiempo real.
La Plaza Independencia de la Capital tucumana y la Avenida Libertador de la Capital del país el mismo día Nueve de Julio. Fueron escenarios conectados pero distintos. En la primera, el Chaqueño Palavecino hacía el “aguante” a la gente que esperaba que pasada la media noche, pudiera asistir a un hecho relevante, en la segunda el prolongado desfile de los veteranos de Malvinas fue lo más destacado en términos de sensibilidad pública.
Pero el nexo que los unía era la centralidad del Presidente Javier Milei que más allá de las polémicas que genera sigue concitando el interés de los sectores populares del interior y de la clase media alta porteña.
El desfile militar es un hecho cultural en Occidente desde los tiempos de Imperio Romano. Es un acto ceremonial que se vincula con victorias, conmemoraciones, exaltación patriótica, música marcial, etc.
Un ejemplo de este rol, se da en los dos países europeos que acaba de realizar elecciones. En el Reino Unido, que las realizó el 4 de julio, el desfile militar relevante se realiza el primer sábado de junio, día que la parada denominada “Troping the Colour”, que conmemora desde hace siglos el cumpleaños del monarca.
En Francia que realizó la segunda vuelta el 7 de julio el tradicional desfile tiene lugar desde las primeras décadas del siglo XIX, se realiza el próximo domingo 14, aniversario de la toma de la Bastilla. Macron ha puesto particular interés en este desfile y al primero que presidió invitó a su entonces colega Donald Trump. En ambos casos, estos desfiles no se suspendieron por la pandemia.
En Argentina, los desfiles que alcanzaron más significación fueron los Centenario de la Revolución de Mayo en la Presidencia José Figueroa Alcorta; el realizado por los cien años del fallecimiento de José de San Martín en 1950 siendo Presidente Juan Domingo Perón y el que tuvo lugar con motivo del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo en la Presidencia de Arturo Frondizi.
Desde el restablecimiento de la democracia, Carlos Menem en el primer año de gobierno en 1990 en la misma avenida Libertador realizó un desfile. Fernando la Rúa en 2000 con motivo del sesquicentenario de la muerte de San Martín, en torno a la Plaza que lleva el nombre del prócer. Cristina Kirchner lo hizo en 2010 por el Centenario de la Revolución de Mayo por la avenida Nueve de Julio. Tuvo sus particularidades. No desfilaron vehículos eludiendo cañones y tanques y los cadetes de los liceos militares desfilaron sin armas. Mauricio Macri lo hizo en 2016 al cumplirse el Bicentenario de la Independencia y lo repitió a año siguiente, los dos en la Avenida Libertador.
Este desfile, a los siete meses del gobierno de Milei tuvo algunas particularidades. Los veteranos de Malvinas pasaron primero y desfilaron millares de ellos. Pasaron frente a la sede de la Embajada británica sin que ello generara manifestación alguna. La presencia de la Fuerza Aérea se hizo notar con una cantidad de aviones inusual anticipando los F16 adquiridos recientemente en la administración los que se irán incorporando a lo largo de su mandato. La Armada conectó su participación con la exposición para visitar los buques de la flota en el Apostadero Naval Buenos Aires. El Ejército tuvo una participación que se hizo notar con sus helicópteros y con sus siete bandas que desfilaron y los uniformes históricos. Por primera vez la banda de música que tocaba en el palco fue conjunta, estuvo integrada por músicos de las tres Fuerzas, en una señal de lo se ha avanzado en la integración en este campo. Las fuerzas de seguridad federales desfilaron también integrando sus músicos. En desfile lo cerraron centenares de jinetes, cuyo contingente más importante fueron los Granaderos.
La personalidad de los presidentes es decisiva en su impronta y esta vez no fue la excepción. La faz “rock star” de Milei ya sea planificada o espontánea, estuvo presente cuando se subió a uno de los tanques que desfilaba, invitando a la Vicepresidente Victoria Villarruel a que también lo haga. Es la imagen que más se difundió internacionalmente. Fue celebrada por la “nueva derecha” y criticada por la opinión progresista como un síntoma de la supuesta “militarización” del Presidente argentino. (Fue uno de los siete tanques TAM recientemente incorporados, repotenciados con tecnología israelí, que se ha ido demorando a largo de una década).
Pero el desfile confirmó un dato central respeto al modelo ideológico de Milei. Su adscripción a esa corriente que algunos prefiere llamar populista, ultra extrema, radical, etc. sumando adjetivos al término derecha o conservadorismo, es una dato político central.
Más de los matices, diferencias y contradicciones que pueden existir entre Donald Trump y quienes se linean con él en Occidente,- como lo hace Milei quien acaba de dar una sólida muestra de solidaridad con Bolsonaro,- hay un punto en común: la convergencia de la libre empresa con el nacionalismo, términos que fueron antagónicos en el cuarto de siglo posterior a la caída del muro y la disolución de la URSS.
Vincular a Milei con el término nacionalista hubiera sido imposible, por su liberalismo extremo. Eso hoy ya no es así. El término “patriotismo” está en su léxico político. Hace suya la causa Malvinas. El único Presidente de la Unión Europea que asistió a su asunción fue Víktor Orban. Su vinculación con el Partido Vox de España se mantiene intacta al igual que con Georgia Meloni
Los dos integrantes de la fórmula presidencial a bordo de un tanque manifiesta es convergencia de liberalismo y nacionalismo y liberalismo que implica el proyecto de Milei. Es que Victoria Villarroel por ideología y por tradición representa el nacionalismo conservador, más allá de las diferencias políticas que puedan existir entre ellos.
En este sentido, el desfile no sólo ha tenido por objetivo exaltar el espíritu patriótico, sino también manifestar está simbiosis nacional-liberal que significa la fórmula presidencial.
Mientras tanto, quienes desfilaron con entusiasmo y orgullo, tienen una agenda inmediata que por retomar la jerarquización salarial, la urgente mejora del presupuesto de funcionamiento y extender al Ejército y la Armada el plan de reequipamiento iniciado con la Fuerza Aérea.
Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría