En la 18ª edición de la feria Caminos y Sabores, que concluye este martes, Nerina y Sabrina Martínez compartieron con TN el desarrollo de su negocio familiar, iniciado por su madre, Nancy Maciel, en 1999.
En medio de la crisis de finales de los años ‘90, Nancy Maciel emprendió la producción de bizcochos en la localidad bonaerense de Villa Ramallo, mientras que sus hijas Nerina y Sabrina Martínez tenían 10 y 8 años respectivamente. Hoy, venden en cinco provincias y las hermanas, ya adultas, ahora lideran el negocio familiar,
En la 18ª edición de la feria Caminos y Sabores, que este martes entre las 12 y las 20 tendrá su última jornada, compartieron el ascenso de su emprendimiento. En el pabellón de la provincia de Buenos Aires, le contaron a TN una historia de perseverancia y dulzura junto a su familia.
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Con orgullo, Nerina relató: “Es el cuarto año que participamos. El primer año fue en 2018, con una simple invitación para una degustación por unas horas. Después vinimos tres años más con un stand propio para comercializar los bizcochos Pal Mate”.
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En ese sentido, la feria no solo brindó visibilidad a su emprendimiento, sino también oportunidades concretas de negocio. “La feria te da mucha visibilidad. Mucha gente viene a preguntar por el tema de distribución, gente interesada en vender en otras localidades,” agregó Nerina. Y destacó la importancia del evento para expandir sus horizontes comerciales.
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“A nosotros nos pone muy felices lo que está pasando con la marca, estamos produciendo y trabajando y la verdad, más allá de que somos un producto regional, esto nos da otra apertura. Las reuniones de negocio son muy importantes; ahora nos introducimos en Capital Federal y también en Rosario,” señaló con entusiasmo Nerina Martínez, con el orgullo y la determinación que han caracterizado su trayectoria.
Dejó la política para emprender con toda la familia
El emprendimiento familiar, centrado principalmente en la venta mayorista, involucra a toda la familia Martínez: Nancy, su esposo y sus tres hijos. Originaria de Villa Ramallo, Nancy participaba en la entonces Alianza que integraban la UCR, el Frepaso, el ARI, hasta que se alejó para dedicarse a emprender. “En 1999 empezamos con una máquina de hacer fideos. Al principio hacíamos 3 kilos de harina cada dos días, fue un momento hermoso”, recordó Nancy sobre los inicios del negocio.
“Estoy muy, muy emocionada, muy contenta de llegar a este lugar y más teniendo como herederos a mis hijos. Fue, es y será una empresa familiar. Estoy muy feliz, muy feliz de que después de tantos años hayamos llegado a esto y con muchas ganas de seguir”, compartió a TN.
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Por su parte, Sabrina Martínez destacó el carácter familiar de su empresa, subrayando cómo han superado obstáculos y crecido constantemente. “Esta es una empresa familiar, siempre fue una empresa familiar. Hace dos años nos mudamos a una fábrica más grande y contamos con dos hornos. Tenemos más capacidad de producción. Estamos en Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Misiones por ahora,” explicó, revelando los detalles de su expansión y crecimiento operacional.
“Vamos de menos a más sin aflojar. Este producto tiene una historia que nació de la crisis de los ‘90. Yo tenía 8 años y cortaba los bizcochos y Nerina 10 años y los cocinaba, la conocemos bien de adentro, y estamos muy orgullosas de seguir pasando más crisis,” concluyó Sabrina, resaltando la tenacidad y el arraigo emocional que guiaron a la familia Martínez a través de los años.