En la previa a la 54ª Asamblea General de la OEA, que comenzó hoy en Paraguay y se extenderá hasta el viernes, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Frank Mora, habló sobre los cambios que propuso Argentina en las referencias a género y derechos en algunas de las resoluciones a consideración de la Asamblea General. En ese sentido, dijo que su país respeta la postura argentina pero pidió que la aprobación de los documentos no se vuelvan un «show».
Este martes, en declaraciones a la radio paraguaya ABC Cardinal, Mora confirmó lo que Página 12 ya había advertido días atrás: que la delegación argentina ante la OEA presentó «cambios en cuanto a género y derechos humanos» en los proyectos de resolución que serán aprobados esta semana en la Asamblea General, luego de más de un mes de discusión de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos (CAJP) de la OEA en Washington, donde se debatió el texto.
«Una gran mayoría de las resoluciones han llegado aquí a Paraguay cerradas, negociadas. Y al final, antes de viajar, Argentina presenta todos estos cambios en cuanto a género y derechos humanos», refirió el diplomático.
En un marcado giro en la política exterior en materia de derechos humanos, las modificaciones propuestas dejan a la vista las posiciones oficiales en muchos temas que van desde derechos sexuales y reproductivos hasta los ambientales, pasando por racismo, personas con discapacidad, comunidades indígenas, afrodescendientes, infancias y más. En términos generales, y en contradicción con la propia legislación nacional, el gobierno de Javier Milei propone barrer con casi cualquier referencia a la “población lgbti” y “género” en el texto de esa resolución.
«Estados Unidos –aclaró– no apoya esa posición aunque reconocemos que Argentina tiene el derecho, con los procedimientos que existen, de hacer ese gesto». Pero, a juicio del embajador estadounidense, no se puede «entrar a renegociar algo que ya estaba negociado».
Entre las modificaciones propuestas por el Gobierno, en el apartado en el que OEA expresa su preocupación por las situaciones de peligro a las que los activistas por los Derechos Humanos se ven expuestos en los distintos países miembros, la Argentina pide que se reconsidere especialmente el fragmento en el que se condena la criminalización de la protesta. Este pedido de modificación cayó a tan solo escasos días de la detención de 33 personas que se manifestaban frente al Congreso durante el tratamiento de los proyectos de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, de las cuales la mayoría fue liberada por «falta de mérito» y cinco todavía continuan detenidas.
Además, el gobierno se opone al pasaje en el que el organismo señala su preocupación por la violencia a la que están expuestas las infancias lgbti, en por ejemplo, la escuela. Sugiere que se borre ese fragmento alegando que considera que esa redacción “viola gravemente la libertad de educación y, en particular, las ideologías de las escuelas privadas”. Y en ese sentido, también está en contra de condenar “la discriminación, los discursos y manifestaciones de odio, la incitación y los actos de violencia motivados (…) por razón de su orientación sexual, identidad y/o expresión de género y sus características sexuales”, con el argumento de que esa sugerencia atenta contra la libertad de expresión.
En los comentarios, Argentina tacha el término “género”. Y cada vez que aparece, sugiere cambiar la definición de “salud sexual y reproductiva” de las mujeres, por la de “salud integral”. Además, en un gesto completamente inédito, plantea objeciones al compromiso que la OEA propone reafirmar frente a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará).
Con respecto a los asuntos ambientales, cada vez que aparecen las palabras “cambio climático”, los comentarios de la delegación local aparecen para cuestionar: «Argentina considera que no corresponde a las declaraciones sobre derechos humanos pronunciarse sobre discusiones de carácter científico». Asimismo, cada vez que en el texto aparece el concepto de “Agenda 2030”, Argentina remarca su postura contraria.
En este marco y observando las formas con las que este Gobierno maneja su política exterior, el embajador Mora advirtió: «Queremos evitar que esto se convierta más en un show que en un proceso de adoptar resoluciones». Así, consideró que es importante que Argentina se exprese, pero no para entrar a «renegociar esos párrafos de las resoluciones», sino que lanzó como sugerencia que el país haga uso de la nota al pie de página en los documentos para plantear sus objeciones.
En este período ordinario de sesiones, Estados Unidos estará representado por el subsecretario de Estado Richard Verma y el encargado para América Latina, Brian Nichols, quienes impulsarán el apoyo a una misión de seguridad para Haití y buscarán se condenen las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.
La sesión inaugural de la 54 Asamblea Ordinaria de la OEA tendrá lugar el miércoles en Asunción, la capital del país, mientras las sesiones plenarias, que se extenderán hasta el viernes, transcurrirán en la vecina ciudad de Luque.