La autoridad monetaria se desprendió de US$156 millones el miércoles 19, el mayor monto de la gestión de Milei, y este lunes compró US$47 millones. Por qué se desaceleró la acumulación de divisas y qué puede pasar en la segunda parte del año.
El ritmo en las compras de dólares que realiza el Banco Central (BCRA) para acumular reservas comenzó a generar ciertas inquietudes. El pasado miércoles y en medio de una semana de feriados, la autoridad monetaria se desprendió de US$156 millones, el mayor monto de la gestión de Javier Milei, y este lunes compró US$47 millones, por lo que se encamina a cerrar el peor mes en términos de suma de divisas desde que empezó el año.
Este panorama deja abiertos una serie de interrogantes para lo que viene. En primer lugar, qué pasará durante el segundo tramo d 2024 con la acumulación de reservas -uno de los objetivos fundamentales del programa acordado con el FMI- y cómo puede afectar esa dinámica al plan económico del Gobierno, que tiene entre sus principales compromisos la eliminación de las restricciones cambiarias.
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La autoridad monetaria comandada por Santiago Bausili se quedó en junio con US$72 millones y en lo que va del año sumó US$17.318 millones. Si bien la semana pasada mostró un “comportamiento atípico” por los feriados en el mercado local y también uno en Estados Unidos, el ritmo de compras de junio es bajo si se tiene en cuenta que suele ser un mes positivo estacionalmente por los ingresos de la cosecha.
“En los primeros cinco meses del año, el Banco Central compró muchos dólares. Ahí había algunos factores transitorios como el esquema de importaciones bajo el que se iba pagando en cuotas, al tiempo que las importaciones también sufrían por la caída del nivel de actividad. Además, por la liquidación del agro, de energía, tenías toda la estacionalidad a favor, pero desde mayo todo empezó a menguar un poco”, detalló Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen.
A eso se suma el llamado dólar blend -el tipo de cambio destinado a los exportadores que combina el 80% del valor del oficial y un 20% al contado con liquidación-, que se volvió cada vez menos atractivo por la decisión del equipo económico de mantener el ritmo de devaluación oficial al 2%.
“Es un problema derivado del atraso cambiario y de la muy fuerte baja de tasas de interés que desalentó la liquidación de divisas de exportaciones”, resumió Pablo Repetto, socio de Aurum. “El contexto de una caída de la oferta de dólares por el bajo volumen en el esquema blend complejiza el panorama de un stock de reservas aún en niveles bajos y con desembolsos por pago de bonos en el próximo mes”, describieron en la firma.
Qué puede pasar con la acumulación de reservas en la segunda parte de 2024
Más allá de lo que haya sucedido este mes, ahora las dudas aparecen sobre lo que pueda suceder en la segunda mitad del año, especialmente si se tiene en cuenta que las liquidaciones de la cosecha empiezan a disminuir y que el Ejecutivo debe cubrir vencimientos en julio por más de US$2000 millones.
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“La fuerte desaceleración del ritmo de compras ocurre justo antes que las reservas netas logren ingresar en terreno nulo o positivo. Por el otro, el mes de julio está cargado de vencimientos (más de US$2000 millones entre FMI, globales y Bonares, y BOPREAL serie 2), por lo que, de cara hacia delante, en donde se empieza a recorrer el período de disminución de las liquidaciones de la agroindustria con aun persistencia de las bajas temperaturas (mayor demanda de energía) y una estacionalidad ‘artificial’ generada por el diferimiento de importaciones que ya empieza a diluirse, el panorama luce, al menos, desafiante”, alertaron en la consultora Outlier.
Pero además, el equipo económico insiste en su intención de levantar el cepo al dólar, aunque sin dar fechas exactas, para lo que necesita recomponer aún más las reservas del Banco Central si es que quiere evitar saltos bruscos al momento de quitar las restricciones.
Por eso, los especialistas advirtieron de que el segundo semestre será más tenso en términos de suma de divisas si no se consigue financiamiento adicional para “dar espalda” a las reservas y que la dinámica de junio deja al descubierto que el objetivo de liberar el cepo podría demorar.
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“En el segundo semestre el agro va a liquidar menos porque la mayor parte ya la liquidó en la primera mitad del año, vas a tener una economía que probablemente repunte más y eso demanda más importaciones. También tenés el saldo de la balanza de servicios. ¿Por qué puede ser un problema? En un en un país que necesita reservas internacionales para en algún momento salir del cepo hacen falta reservas para evitar una volatilidad fuerte del tipo de cambio. Hoy el Banco Central puede abrir el cepo si quiere, pero va a tener que tolerar mayor volatilidad cambiaria”, evaluó Polo.
“La desaceleración del proceso de acumulaciones de reservas suma más condimentos a la ansiedad preexistente en el mercado respecto de la ruta y lo tiempos de salida del cepo, incrementando la importancia de las negociaciones con el FMI respecto de un nuevo acuerdo y con otros organismos multilaterales que puedan aportar financiamiento neto con vistas a la concreción de ese objetivo durante el último tramo de 2024″, expuso Outlier.