El componente del índice de precios al consumidor que no tiene en cuenta las variaciones en los costos regulados y estacionales mostró una baja importante en el quinto mes del año. Los ítems que explican la caída y las perspectivas hacia adelante.
El dato de la inflación núcleo de mayo sorprendió a la baja, ya que marcó 3,7% mensual y quedó por debajo del nivel general, que fue de 4,2%. Si bien se esperaba una desaceleración de ese indicador, que da cuenta del comportamiento de los precios a mediano plazo, las expectativas del mercado rondaban el 5%.
“La inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales, fue de 3,7%, el menor ritmo desde enero de 2022″, celebró el ministro de Economía, Luis Caputo, en su cuenta de X.
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Este indicador es seguido por los economistas como un termómetro de la dinámica inflacionaria más allá de las correcciones de precios relativos (tarifas y otros costos regulados que venían atrasados) y de las subas y bajas de valores que presentan una elevada volatilidad (por ejemplo, los precios de frutas y verduras, que cambian según el momento del año). En pocas palabras, la inflación núcleo saca todo el “ruido” que incluye el índice general de precios y permite ver la tendencia a un plazo un poco más largo. Así, una caída muestra una menor inercia en los aumentos.
Con las alzas que el Gobierno ya convalidó en las tarifas a partir de la quita de subsidios, los analistas prevén que el nivel general de precios (y el componente de regulados) de junio y julio supere al de mayo. Para el componente núcleo, la dinámica no es tan lineal. “De cara a los próximos meses está claro que lo que vimos es un piso para la inflación por el lado de los regulados, pero habrá que ver si lo mismo también es cierto para los precios del subíndice núcleo”, sostuvieron los analistas de Outlier.
En esa línea, la consultora puntualizó que la dinámica cambiaria -con la suba del dólar oficial al 2% mensual- es una de las claves para contener los aumentos en alimentos, bebidas y otros bienes transables (categoría económica para designar a aquellos productos que se pueden importar y exportar). “No puede descartarse que durante los próximos meses no veamos registros superiores y estemos ante un mínimo local en el proceso de desinflación”, señaló.
Por qué bajó la inflación núcleo en mayo
Desde Outlier consideraron que la baja en la inflación núcleo tuvo que ver con la reducción en los precios de algunos alimentos durante mayo. “A la hora de explicar por qué la inflación núcleo desaceleró tan significativamente versus meses previos (el alza había sido de 6,3% en abril) debemos subrayar que fueron clave los precios de la carne y alimentos no estacionales (frutas y verduras son los estacionales por excelencia), con excepción del pan, cuyos precios desaceleraron la dinámica o, incluso, mostraron bajas”, dijeron.
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Y añadieron que en los próximos meses habrá que ver cuánto de esos comportamientos son transitorios (por ejemplo, por los cambios en las promociones que se vieron entre abril y mayo) y cuánto responde a un quiebre permanente en la dinámica de precios.
Los economistas de Equilibra, en tanto, puntualizaron que el freno que el Gobierno le puso a las cuotas de las prepagas no solamente tuvo peso en la baja del nivel general de inflación, sino también en la fuerte reducción del indicador núcleo. Según el cálculo de esa consultora, si se excluye el rubro Prepagas del IPC núcleo, el alza de mayo hubiera sido de 4,1% en lugar de 3,7% observado.