Una persona murió y varias resultaron heridas por las “fuertes turbulencias” registradas en un vuelo de Singapore Airlines de Londres a Singapur, que tuvo que ser desviado a Bangkok, informó la compañía este martes. Equipos de emergencias asistieron a los pasajeros en medio de un clima tormentoso.
“Confirmamos que hubo heridos y un muerto a bordo del Boeing 777-300ER. En total, había 211 pasajeros y 18 tripulantes a bordo”, indicó la aerolínea en un comunicado a través de sus canales oficiales, aunque no detalló si el fallecido fue un pasajero o un miembro de la tripulación. “Singapore Airlines traslada sus profundas condolencias a la familia de la persona fallecida. Nuestra prioridad es proporcionar toda la asistencia posible a los pasajeros y los tripulantes a bordo”, afirmó la compañía en un primer comunicado. La empresa comunicó que envió un equipo a Tailandia para facilitar esta asistencia.
Trabajadores locales de emergencias del hospital de Samitivej Srinakarin esperaban en el lugar para trasladar a los heridos para que recibieran atención médica.
Datos de vuelo registrados por FlightRadar24 y analizados por The Associated Press (AP) mostraban que el vuelo de Singapore Airlines había viajado a una altitud de 37.000 pies. Poco después, el Boeing 777 descendió de forma repentina y brusca a 31.000 pies en un espacio de unos tres minutos. La aeronave se quedó en esa altura poco menos de 10 minutos antes de descender con rapidez y aterrizar en Bangkok en poco menos de media hora.
El año pasado, Singapore Airlines subió del puesto #2 en 2022 para coronarse como la mejor aerolínea del mundo y, entre sus muchas distinciones, se destaca la mejor primera clase del globo. Con una fuerte presencia en el sudeste asiático, Asia oriental y Asia meridional, la compañía también opera vuelos a través del Océano Pacífico gracias a una flota de más de 180 aviones, con una red combinada de pasajeros que abarca más de 110 destinos.
La aerolínea ofrece cabinas en su Boeing 777 (sin puertas de seguridad) y su famosa suite a bordo del Airbus A380. A estas últimas se accede por una gran escalera, son enormes y lo más parecido a “una habitación de hotel en las nubes”.
LA NACION