La casa de Gran Hermano (Telefe) se encuentra en etapa de definiciones. Tras la salida de Zoe Bogach en la gala de eliminación de este domingo, los hermanitos siguen su camino de cara a la gran final. Un punto de inflexión durante estos días fue el ingreso de los familiares de los participantes, quienes se sumaron al juego y le dieron un envión emocional a cada uno de los protagonistas.
Uno de los nuevos integrantes es Francisco, hijo de Darío Martínez, quien apenas ingresó dejó impresionada a Juliana Scaglione, más conocida como Furia. Justamente la participante, quien venía de mantener un romance con Mauro Dalessio, aprovechó su partida para estar cada vez más cerca de Pancho, a punto tal de pasar una noche romántica junto a él, pese a que Darío le advirtió a su hijo que no se acercara a Furia.
“¡Basta, Pancho! ¡Dejá de enamorarme! ¡Cortala! ¡No se puede vivir así, traen gente nueva y una se enamora! ¡Es muy fácil!”, expresó Furia ante las cámaras, quien no dudó en revelar su amor por Pancho. Acto seguido, ubicada en el patio de la casa, la doble de riesgo agregó: “¡Mauro, que vengan a gritar si me seguís queriendo porque sino tiro todo por la borda!”.
Una vez en el cuarto, Furia apeló a una estrategia para que Pancho estuviera junto a ella. “Quiero decirte algo. No duermas en esa cama, dormí conmigo porque en esa cama se van todos. Se fue Rochi, se fue Paloma. De última dormí en la mía, pero no duermas en esa”, expresó la participante, quien cumplió con el objetivo de convencer al hijo de Darío.
Con una serie de movimientos por debajo de la sábana, los dos concursantes protagonizaron una fogosa escena que se vio ante las cámaras del programa y desató una ola de comentarios por parte de los hermanitos. Uno de ellos fue Virginia Demo, que, con su humor habitual, le detalló la escena a Nicolás Grosman y Florencia Regidor: “En un momento hubo un ‘taca, taca, taca’, pero muy cortito”, culminó la oriunda de La Plata.
LA NACION