“Habrá un achicamiento importante porque la idea era cerrar definitivamente todo. Tuvimos que revertir y ceder para que no se cierre la radio”, indicó este lunes Jorge Campano, secretario general de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC).
El dirigente sindical se refirió a la situación de las radios Nacional y LU4, en el marco de los despidos que se produjeron en el Correo Argentino y que impactó duramente en Chubut este fin de semana.
“Como gremio lo fuimos comunicando a los compañeros para estar atentos porque a veces se roza la perversidad y no se respetan charlas o compromisos asumidos. Estamos convencidos de que nuestro objetivo es defender los puestos de trabajo. Se va a sacrificar a muchos pero no podemos permitir que se cierre”, indicó Campano.
Además, advirtió que se utilizaría en los medios de comunicación la misma metodología que en el Correo, con acuerdos previos a jubilaciones. “A los demás no les va a alcanzar el dinero para sobrevivir y llevar adelante a sus familias. ¿En dónde van a conseguir trabajo?”, se preguntó.
“La lucha –enfatizó Campano- está en la calle. No podemos darle ese lugar a este gobierno despiadado para revertir una situación. Nadie se da cuenta de la magnitud de lo que vamos a perder. Se está entregando todo; estas cosas ya las vivimos”.
El secretario general de AATRAC cuestionó que al Correo Argentino los despidos “no les importan nada en absoluto” y que avanzará con ofrecimientos de retiros voluntarios al personal próximo a jubilarse. Y planteó que desde el Estado se tiene prevista una estrategia similar con las radios Nacional y LU4.
“Esta es una decisión que el gobierno nacional está intentando implementar desde que asumió, obviamente en ese panorama están Aerolíneas, el INTI, Radio y Televisión Argentina y el resto de las cuarenta empresas”.
Explicó que en el caso del Correo las notificaciones comenzaron a llegar a los empleados con antecedentes o que tuvieron juicio con la empresa.
Campano es trabajador del Correo, donde “somos 17 mil trabajadores y se habla de una reducción de siete mil. Cuando se finiquite con la primera parte, comenzarán a ofrecer un retiro voluntario o acuerdo de partes. A aquellos que estén en cercanía de su jubilación, también se les ofrecerá dinero para que se vayan. Si llegan al número que pretenden, paran ahí o si no continúan”.
Concluyó que “es un delirio liberal, sometiendo a los trabajadores a una situación muy estresante. Se deja en la calle a miles de familias; es muy triste. Este proceder muestra una estrategia del gobierno nacional de llevar al trabajador al miedo. Y lo digo porque esto lo viví en el gobierno de Macri. Ahí podría decirse que la cirugía era ‘menor’, pero en éste caso es mayor. Yo trabajaba en Recursos Humanos y llegué a infartarme por la situación”.
Fuente: Jornada