Por Delfina Celichini
Un nuevo Congreso nacerá después de la sanción de la “Ley de bases” y el paquete fiscal. Los bloques que colaboraron con los objetivos del Gobierno adoptarán una nueva actitud y buscarán motorizar muchos de los asuntos que dejaron de lado para evitar el entorpecimiento del diálogo. Impulsarán cuestiones resistidas por el oficialismo, como la recomposición de los haberes jubilatorios con la inflación desde enero, la desarticulación de regímenes especiales como el de Tierra del Fuego, el financiamiento educativo y el incremento del impuesto al tabaco para todas las empresas.
Este giro en la conducta de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal tiene dos explicaciones. Por un lado, pretenden evitar que Javier Milei continúe señalándolos como los culpables de los traspiés de su administración. “Se le acaban los argumentos”, dictaminó un referente de esta tríada parlamentaria. Por el otro, consideran imprescindible marcar una agenda que alimente el sentido de pertenencia de su propio electorado. Parte del radicalismo todavía se lamenta no haber aportado al quorum en la sesión pedida por Unión por la Patria (UP) para debatir la inversión universitaria. “No podemos abandonar nuestras banderas”, comentó un correligionario a LA NACION.
La incipiente insubordinación de los diputados dialoguistas comenzará el próximo lunes, el mismo día en que el pleno discutirá, y muy probablemente aprobará, la “Ley de bases” y el paquete fiscal. En paralelo a su acompañamiento a las iniciativas del Poder Ejecutivo, estos legisladores tomarán las riendas del recinto y forzarán la introducción de otros temas.
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LA NACION